La contienda electoral para la presidencia de Perú entró hoy a la primera de las dos jornadas de reflexión, con el intento de los candidatos de convencer a los indecisos ante lo ajustado de los pronósticos de la votación de este domingo.
Anoche cerraror sus campañas con actos multitudinarios en Lima, hoy tanto Keiko Fujimori como Ollanta Humala se dedicaron a entregar sus últimos mensajes a la población.
Todos los sondeos, que no se pueden difundir por ley en Perú, ratifican que se mantiene una pugna cerrada en las preferencias. En medio de esta disputa, fue el candidato nacionalista quien mantuvo la iniciativa, al participar en diversas reuniones con la prensa nacional y extranjera.
Humala manifestó su certeza de obtener una victoria, rechazó nuevas imputaciones de sus supuestos vínculos con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y denunció que el gobierno del Presidente Alan García está favoreciendo la candidatura de Fujimori.
"Vemos con optimismo el 5 de junio, algo que veo en las calles, más que en las encuestas. Creo que el pueblo peruano va retomando la memoria", declaró a la prensa extranjera en Lima, para luego también pedir a la embajada de EEUU que se pronuncie sobre una denuncia de que él recibe financiación del régimen de Chávez. Humala afirmó que tiene "indicios razonables de que el gobierno (peruano) no es imparcial" y mostró su preocupación porque cree que en las elecciones del domingo "hay que respetar la voluntad popular", aunque no quiso pronunciarse ante la posibilidad de que pueda existir fraude.
El candidato también ratificó que de obtener el triunfo formará un gobierno de "concertación nacional" y admitió que ha tenido que hacer cambios a su plan de gobierno original para "aclarar temas controversiales".
Keiko Fujimori, por su parte, se mantuvo alejada del asedio mediático y sólo se comunicó por teléfono con la emisora Radio Programas del Perú (RPP) para pedirles a sus compatriotas que voten por ella. La candidata aseguró que "los peruanos reclaman un cambio viable, sin enfrentamientos, sin violencia, un cambio para el desarrollo, un cambio sin intromisiones de presidentes extranjeros".
Remarcó, de inmediato, que su partido, Fuerza 2011, es "un proyecto peruano" y dijo que el de Humala es un proyecto "bolivariano", vinculado con Hugo Chávez. "Nosotros no somos parte de ese proyecto bolivariano, controlado por el señor Hugo Chávez, que solo lleva pobreza, inflación y autoritarismo a esos países", acotó. Keiko mencionó una información periodística que ayer denunció supuestos vínculos de Humala con narcotraficantes mientras dirigía una base militar en la selva peruana, en la década de los noventa.
Los peruanos, indicó, "merecen una explicación de las denuncias de colaborar con el narcotráfico para facilitar vuelos con cargamento de droga en la selva y cobrar cupos de 10.000 dólares a los narcotraficantes". La candidata señaló, por otra parte, que su partido "apuesta por un Perú independiente, integrado a la comunidad económica internacional" y ofreció trabajar por una educación inclusiva, formar un país competitivo, mejorar la salud, fortalecer la seguridad ciudadana y luchar contra el narcotráfico.
"Para que todo esto sea realidad, el Perú tiene que seguir creciendo, generando las condiciones para crear oportunidades, brindando confianza y estabilidad económica, con reglas claras y respeto a los compromisos ya adquiridos", concluyó.