La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) cumplió con las expectativas del mercado al anunciar ayer el fin del programa de estímulo, iniciado el 13 de septiembre de 2012.
A poco más de dos años, el entonces titular de la Fed, Ben Bernanke, ante la falta de liquidez en el mercado norteamericano activó el Quantitative Easing, QE3, que consistió en la compra de deuda soberana de EE.UU. y títulos hipotecarios. Ello, sin mover la tasa de interés, que desde el 16 de diciembre de 2008 estaba en su mínimo histórico.
La compra de bonos del QE3 partió con US$ 85 mil millones mensuales, y a partir de diciembre de 2013 inició su reducción, a razón de US$ 10 mil millones.
A esta última reunión de la Fed -realizada entre martes y miércoles- se llegó con US$ 10 mil millones en compra de bonos y US$ 5 mil en hipotecarios. Por ello, en el mercado ya estaba internalizada la decisión de terminar con el relajo.
Así, lo que más llamó la atención de los analistas una vez conocido el comunicado fue la decisión de la Reserva Federal, hoy dirigida por Janet Yellen, de dejar la tasa de interés en el rango de 0 a 0,25% por un tiempo más, dando un giro en la percepción que tenía el mercado.
Y es que hasta mediados de año, cifras económicas de EE.UU. mejores a las previstas tanto en crecimiento económico como en el mercado laboral llevaron a personeros de la Fed a vaticinar una pronta alza de tasas.
"Para apoyar un continuo avance hacia un máximo empleo y estabilidad de precios, el comité reafirmó hoy (miércoles) su postura de que el actual rango-meta de 0 a 0,25% en la tasa de fondos federales sigue siendo apropiada", dijo en su comunicado.
De esta forma, la Fed detalló que evaluará los progresos, tanto concretos como esperables, en relación al cumplimiento de sus objetivos de empleo máximo y una inflación de 2%, y sus respectivas mediciones antes de ejecutar un cambio en su política monetaria.
De hecho, la mayoría de los analistas apuesta a que un alza de tasas en EE.UU. podría darse hacia mediados de 2015 o hacia fines de ese año, según consignan las agencias.
Para Antonio Moncado, economista de BCI Estudios, "la Fed vino a poner paños fríos al escenario de sobreoptimismo que había respecto de EE.UU. (...) y dice que ahora esperará la confirmación sobre la evolución de la economía antes de subir la tasa. Eso podría ocurrir hacia fines de 2015".
Siete años de relajo
Luego del estallido de la última crisis financiera global y para afrontar sus efectos, EE.UU. lanzó en noviembre de 2008 el Quantitative Easing 1, el primer programa de estímulo. Luego, en noviembre de 2010 y cuando la economía amenazaba con sufrir una doble recesión, vino el QE 2, y en 2012 el QE 3 que ahora llegó a su fin.