Dominga Sotomayor (26) realizó el cortometraje Videojuego mientras estudiaba en España, tras terminar sus estudios en la UC. Es una película de seis minutos, que consiste en un plano fijo donde se ve a un niño de cinco o seis años jugando Wii mientras el padre se lleva cosas de la casa. El matrimonio se separó y al final del corto, el papá espera que el pequeño desocupe el televisor para poder llevárselo.
La concisa intriga no difiere tanto de la que plantea De jueves a domingo, el primer largo de la directora y guionista. Puestas juntas, una parece el aperitivo de la otra, ambas asediando la emoción desde el cuidado de las formas. Aunque, como lo ve ella, todo lo que ha hecho es parte de una larga historia poblada de recuerdos y observaciones. Ahora, su debut en el largo llega a la cartelera tras estrenarse mundialmente en el Festival de Rotterdam, donde obtuvo el Tiger Award a mejor película, y tras llenarse de elogios de la crítica.
De jueves a domingo se ambienta en el presente, pero está poblada de resabios ochenteros. Cuenta la historia de una familia cuyos padres (Francisco Pérez-Bannen, Paola Giannini) han decidido separarse, no sin antes llevar a los hijos (Santi Ahumada, Emiliano Freifeld) a un largo paseo por la Ruta 5 Norte. Cuatro días, cuatro personajes, cosas no dichas, atención al detalle, una puesta en escena rigurosa y una historia que ha prendido en distintas latitudes.
"La película es una descripción muy precisa y amable del espacio íntimo de una familia", argumentó el jurado de Rotterdam al premiarla. La revista Variety, en tanto, sentenció que "en las manos talentosas de Sotomayor, la infancia es capturada en todos sus estados de ánimo contradictorios, con una combinación desigual de impaciencia, emoción, inseguridad, libertad y dependencia". Y una encuesta de Film Comment la instaló entre las 20 mejores películas de 2012 que aún no encontraban distribución en EE.UU.
"La crítica ha sido súper buena", constata la realizadora, "pero lo que más me ha emocionado es cómo la gente se conecta. Es muy gratificante sentir que el público general, que no sabe de festivales de cine, que no ha estudiado cine, que no lee críticas y no está acostumbrado a este tipo de cine menos comercial, se emociona y se identifica".
Método estricto
Sotomayor pertenece a la primera generación de egresados tras la reapertura de la carrera de cine en la UC. Y piensa que de ahí "salieron búsquedas interesantes: el sentimiento de que cada decisión tiene un sentido en el cine, que si no hay necesidad de mover la cámara, no se mueve, que las decisiones estéticas son declaraciones de principios".
Sobre el método empleado en su debut, lo califica como "muy estricto". Cuenta que filmó con muy pocas posiciones de cámara en el Mazda 929, que se transforma en un quinto personaje, "para después poder volver a los mismos planos y sentir la desintegración de la familia, los cambios del viaje". La idea era tener encuadres que no lograran contener todo, "un poco como niños que no logran hacerse una imagen completa de la situación".
Se ha publicado que esta es una cinta autobiográfica, aunque la directora dice que no ha dicho tal cosa: "El punto de partida es personal, pero eso no quiere decir que sea todo parte de mi vida". Para todos los efectos y mientras trabaja en su segundo largo (Tarde para morir joven), reivindica la infancia como anclaje y punto de observación: "Me interesaba capturar emociones reales de la infancia, tratar de acercarme desde el cine a esa sensación de ser niño. Creo que tiene que ver con acercarnos al sentimiento incómodo de ser niño".