Las protestas en Venezuela cumplieron ayer 100 días. Ni siquiera la excarcelación del dirigente opositor más emblemático del país, Leopoldo López, logró frenar la presencia en las calles de la oposición al gobierno de Nicolás Maduro, enfrascado en una profunda crisis política, social y económica.

El gesto de Maduro hacia López, líder de Voluntad Popular y cuya liberación ha estado en el centro de las exigencias opositoras en los últimos meses, fue visto por muchos como una forma de alivianar la tensión política en las calles. Las protestas han dejado un saldo de 91 muertos y más de 1.500 heridos.

Esto, a pesar de que el Tribunal (TSJ), al que la oposición acusa ser aliado del gobierno, le concedió el arresto domiciliario a López bajo el argumento de que el dirigente opositor tenía "problemas de salud".

López, de 46 años, fue sentenciado a casi 14 años de cárcel tras ser acusado de incitación a la violencia en las protestas contra Maduro en febrero de 2014, que dejaron 43 muertos y 3.000 heridos.

El país entra ahora en un escenario de incertidumbre sobre si la excarcelación de López podrá iniciar un camino de negociación para destrabar la crisis en el país. Lo que sí se tiene claro es que la oposición seguirá en las calles. Así lo prometió la MUD tras conocerse la liberación de López en un comunicado en donde prometían seguir protestando para "lograr la libertad plena" del dirigente y "la del país".

Se espera que los dirigentes opositores redoblen ahora sus esfuerzos para exigir la liberación de todos los políticos encarcelados. Ese fue uno de los principales mensajes que entregó ayer la esposa de López, Lilian Tintori. La activista aclaró durante una marcha opositora que la medida de arresto domiciliario que recibió su esposo le fue otorgada porque no había "garantías" para su vida dentro de la cárcel. Tintori desmintió que la salida de López se diera tras una negociación entre ambas partes y pidió la liberación de todos los presos políticos. "No hubo negociación para que Leopoldo esté en su casa, fue una medida porque a Leopoldo lo torturaban en la cárcel militar de Ramo Verde", dijo a periodistas Tintori durante una concentración opositora en Caracas, un día después de la excarcelación de López. "No se negocia la libertad, no se negocian los derechos humanos, no se negocia la dignidad, ni nuestra familia", agregó.

Es poco probable que la tensión en Venezuela baje en los próximos días. La MUD prepara para este 16 de julio un plebiscito simbólico para rechazar el proceso de una Asamblea Nacional Constituyente convocada por el oficialismo a mediados de mayo.

La consulta tendrá lugar sólo dos semanas antes de los comicios para elegir a los diputados que se encargarán de reescribir la Carta Magna, algo que también se ha criticado desde los círculos cercanos al chavismo.

Ayer, los diputados oficialistas Germán Ferrer y Eustoquio Contreras, junto a la ex defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, y Nicmer Evans, dirigente de Marea Socialista, expresaron su rechazo al proceso constituyente y aseguraron que la consulta de la oposición era "legítima".

La vuelta a casa de López

Lilian Tintori entregó más detalles sobre la salida de la cárcel militar de Ramo Verde de su esposo. "Leopoldo conoció la tortura y la maldad" en los últimos días en los que estuvo encarcelado. "Fueron los peores", aseguró, detallando que el dirigente adelgazó cinco kilos luego de que no le permitieran comer la dieta que ella le enviaba. Según Tintori, López volvió a su casa a las tres de la madrugada hora local, acompañado de la ex canciller Delcy Rodríguez y su hermano, el alcalde Jorge Rodríguez. La esposa del dirigente también agradeció al ex jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, a quien atribuyó el beneficio de casa por cárcel que recibió López. "Después de tantos meses, después de tantas visitas a Venezuela, hoy podemos decir que el Presidente Zapatero logró empujar esta medida, y como familia lo agradecemos", dijo.