Tras el revuelo causado el mes pasado por la aparición de unas fotografías en las que aparecía desnudo en Las Vegas, "Captain Wales", nombre que recibe el príncipe Harry en calidad de oficial, aterrizó hoy en la base de Camp Bastian, en la provincia afgana de Helmand.
Permanecerá por cuatro meses como piloto de helicóptero de las Fuerzas Aéreas británicas, informó hoy el Ministerio de Defensa en Londres.
El nieto de Isabel II ya había estado en el Hindukush en 2008, pero en aquel entonces la misión era secreta, aunque acabó informada por los medios británicos. Por eso, Defensa lo envió de vuelta a Reino Unido tras apenas diez días, por temor a que su presencia pudiera poner en riesgo su seguridad y la de su unidad. Su pronto regreso supuso una decepción para el hermano pequeño del príncipe Guillermo, que manifestó una y otra vez su deseo de completar la misión.
Esta vez, el Ejército británico decidió anunciar desde el principio el viaje a Afganistán del número tres en la línea de sucesión al trono. El escuadrón de Harry servirá de apoyo, mediante helicópteros, a la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF).
Entre sus tareas se encuentran vuelos de supervisión y acompañamiento, pero también de intimidación y, en caso necesario, de intervención en combate. La labor de Harry se centrará durante la mayor parte de los vuelos en supervisar la técnica de helicópteros tipo Apache y el sistema de armas.