Tras su presentación en Santiago el sábado, en el marco del festival El Abrazo -el maratónico encuentro musical que reunió a la primera división de la música chilena y argentina- ayer Charly García fue el encargado de cerrar el recital en Buenos Aires para celebrar el Día Internacional de los Derechos Humanos.
El concierto, que se realizó en la Plaza de Mayo, con la Casa Rosada como telón de fondo, iba a celebrarse el viernes pasado, día en que Argentina conmemoraba un nuevo aniversario del retorno a la democracia, pero fue aplazado por las intensas lluvias que se registraron en esa jornada.
García fue el último en subir al escenario -tras el show de Calle 13- y apostó por uno de sus clásicos, Demoliendo hoteles, para energizar al público. Luego interpretó El fantasma de Canterville con León Gieco y Gustavo Santaolalla, quienes ya habían actuado previamente.
El último tema interpretado por García en el piano fue su legendaria versión del himno nacional argentino, coreado por los miles de espectadores, mientras que sobre la fachada de la Casa Rosada se proyectaban imágenes de las últimas tres décadas de vida política argentina.
También formaron parte del espectáculo, que duró diez horas, el argentino Vicentico y los uruguayos Rubén Rada y No te va a gustar, entre otra docena de grupos.
"Tengo una impresión gloriosa por la gente movilizada por los derechos humanos y por ganarle otro años más a la democracia", destacó Gieco.
En el espectáculo cerró con un show de fuegos artificiales.