La tercera audiencia del juicio que se sigue al ex Presidente de Egipto Hosni Mubarak (83), derrocado el 11 de febrero por una rebelión popular sin precedente, transcurrió hoy en El Cairo en medio de serios incidentes tanto dentro como fuera de la sala de la Academia de Policía y sin conclusiones determinantes respecto de si el ex mandatario ordenó disparar contra los manifestantes.
Mubarak, compareció en una camilla, al igual que el 3 y 15 de agosto pasado, ante el tribunal que lo juzga por corrupción y asesinatos.
La audiencia, no fue televisada y sólo hubo imágenes de la llegada de Mubarak en ambulancia y los incidentes del exterior donde hubo una veintena de detenidos, entre simpatizantes y detractores de Mubarak.
Las esperadas declaraciones de los primeros testigos hicieron más bien poco por la causa de la acusación. Ante el tribunal desfilaron varios altos cargos de la Seguridad Central que o bien negaron haber recibido ordenes de abrir fuego contra los manifestantes, o bien acusaron a Ahmed Ramzy, asesor del entonces ministro del Interior, Habib al Adli -ambos en el banquillo de los acusados junto a Mubarak- de haber armado a la policía.
El primero en testificar fue el general Husein Musa, jefe de comunicaciones de las fuerzas de seguridad, que según los abogados querallantes contradijo hoy su primer testimonio ante la fiscalía, cuando dijo que Ramzy había ordenado disparar con conocimiento de Al Adli.
Tampoco aportaron más luz otros dos testigos, el mayor Emad Badry y el capitán Basem Hasan, que reconocieron que se armó con metralletas a los policías en el Ministerio del Interior, pero negaron que estas se hubiesen utilizado contra civiles.
En declaraciones a los periodistas, el abogado Muntasir al Zayat, protestó por que no se haya permitido la entrada de familiares de las víctimas y por que el magistrado Refat decidiese interrumpir la retransmisión televisada del proceso. Así, llamó a los egipcios a salir a protestar el próximo viernes, ya que "la presión popular es lo que va a hacer que Refat siga el camino correcto".
La tensión alcanzó su punto culminante cuando letrados de la defensa de Mubarak levantaron una foto del ex mandatario al inicio del proceso, lo que despertó las iras de la acusación, que respondió prendiendo fuego a otra imagen del hombre que dirigió Egipto durante 30 años. La audiencia se retomará este miércoles.
De ser declarado culpable, Mubarak podría ser condenado a la pena capital. Los hijos del ex mandatario, Gamal y Alaa, también comparecen junto a su padre, acusados de corrupción, al igual que el empresario Husein Salem, cercano a Mubarak y juzgado en ausencia.