"Razones de seguridad". Esa fue la explicación esgrimida ayer en la Fiscalía Regional de La Araucanía para el traslado del persecutor jefe de Collipulli, Luis Chamorro (43), quien asumió como fiscal adjunto de Villarrica.
Se subrayó que esta medida estaba enmarcada "en un proceso de reestructuración interna", resuelto por el fiscal regional Cristián Paredes, con quien Chamorro compitió en el último concurso por la jefatura de zona.
En la fiscalía regional también se argumentó el traslado debido a que Chamorro, quien encabezó diferentes investigaciones en contra de comuneros mapuches, era blanco permanente de amenazas y amedrentamientos.
El pasado 9 de enero, el persecutor se vio envuelto en una polémica, producto de las críticas que hizo a los magistrados del Tribunal Oral de Angol, tras la absolución del comunero Daniel Melinao, a quien investigó como coautor de la muerte del sargento de Carabineros Hugo Albornoz. A la salida de esa audiencia, Chamorro señaló que los magistrados no tuvieron "la dedicación intelectual continua e ininterrumpida" y que estaban "desconcentrados".
Producto de estas declaraciones, que en Santiago el presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, calificó como "precipitadas", el fiscal regional Paredes le pidió un informe inmediato.
Chamorro también obtuvo significativas sentencias en Ercilla. Una de ellas fue el fallo en contra de los comuneros Fernando Millacheo y Cristián Levinao, condenados a 10 y 15 años, respectivamente, por robos con intimidación a agricultores.
Otras fiscalías reestructuradas son Collipulli, donde asumió Héctor Leiva; Victoria (Luis Espinoza); Villarrica (Carlos Hoffmann); Loncoche (Paola Varela); Nueva Imperial (Gabriela Rojas) y Traiguén (Aldo Osorio).
Sobre Chamorro, el werkén de Temucuicui tradicional, Mijael Carbone, dijo que la seguridad "es una excusa para encubrir los lazos que tenía con el gobierno para perseguir a los mapuches".