El soldado Bradley Manning, acusado de filtrar miles de documentos confidenciales de EEUU a WikiLeaks, será trasladado a una cárcel militar en Kansas, tras las críticas sobre las condiciones de su detención preventiva, informaron las autoridades.
"El Ejército está transfiriendo al soldado Manning del centro de detención en Quantico (Virginia) a la cárcel regional en Fort Leavenworh, en Kansas", anunció en rueda de prensa Jeh Johnson, abogado principal del Departamento de Defensa.
Manning, señalado como la presunta "fuente" de WikiLeaks, está acusado de haber filtrado imágenes y decenas de miles de documentos de las guerras de Afganistán e Irak y cables diplomáticos de Estados Unidos.
Según Johnson, el traslado de Manning a Kansas es "inminente", aunque insistió en que el traslado no debe interpretarse como una aceptación de las críticas sobre las condiciones carcelarias del detenido en Quantico, porque ese "no es el caso".
Las condiciones de detención de Manning "se ajustaron a los estándares legales y reglamentarios en todos los aspectos", pero el Pentágono considera que las instalaciones en Kansas son las "más apropiadas para su detención preventiva continuada", explicó.
El soldado, de 23 años, lleva en detención preventiva unos diez meses y su abogado ha pedido que sea sometido a una evaluación para determinar si este tiene la "capacidad mental" para afrontar el juicio.
Johnson señaló que el pasado 9 de abril concluyó la fase de investigación del caso del ex analista de inteligencia militar, quien fue delatado por el hacker Adrián Lamo y ha sido acusado de un total de 34 cargos.
Tras finalizar la fase de investigación "no hay necesidad" de que Manning permanezca en el área de Washington, aunque es allí donde se llevará a cabo el juicio, agregó.
Organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, han criticado las condiciones de detención de Manning, cuyo abogado denunció a principios de marzo que el soldado estaba recibiendo vejaciones y tratamientos "inapropiados" en Quantico.
Según estas informaciones, Manning estaba confinado 23 horas al día en una celda casi desprovista de mobiliario, sin almohada, sábanas y objetos personales, y además se le obligaba a dormir desnudo, supuestamente para garantizar su seguridad y evitar que pueda suicidarse con "la goma de su calzoncillo".
La polémica aumentó cuando el ahora ex portavoz del Departamento de Estado de EEUU Philip Crowley tachó el trato que daba el Pentágono a Manning de "ridículo, contraproducente y estúpido", afirmación por la que posteriormente dimitió.
Tanto el Departamento de Defensa como el presidente Barack Obama han negado las acusaciones.