Tras finalizar las celebraciones de beatificación, el féretro con los restos de Juan Pablo II fue trasladado, en procesión, desde el Altar de la Confesión de la basílica de San Pedro a la  capilla de San Sebastián del templo vaticano, según informó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

Lombardi dijo que se colocó una lápida con una inscripción en latín muy sencilla: "Beatus Joannes Paulus II" y precisó que a partir de mañana los fieles que entren en la basílica de San Pedro podrán venerar a Juan Pablo II en la capilla de San Sebastián.

La capilla, situada entre la que acoge a la "Piedad", de Miguel Angel, y la Capilla del Santísimo, ha sido restaurada, con nueva iluminación y sonido y permitirá una mayor afluencia de fieles en el futuro.

Los restos de Juan Pablo II habían reposado desde el 8 de abril de 2005, fecha del funeral, y hasta el pasado 29 de abril en las Grutas Vaticanas, en la que fue tumba del beato papa Juan XXIII y a pocos metros de la tumba de San Pedro.

El viernes, el féretro con los restos de Juan Pablo II fue sacado de la tumba que ocupaba en las Grutas Vaticanas y colocado sobre un catafalco cubierto con una tela blanca delante de la monumental tumba de San Pedro.

El ataúd permaneció en ese lugar hasta la mañana del 1 de mayo, cuando fue trasladado ante el Altar de la Confesión de la basílica de San Pedro, para que los fieles pudieran venerarlo tras ser beatificado por Benedicto XVI ante más de un millón y medio de personas.