Dos avionetas chocaron en pleno vuelo cuando pasaban por un corredor estrecho en medio de una cordillera en Alaska, pero lo más extraño del choque aéreo es que las 13 personas, que iban a bordo de ambas naves, salieron ilesas.
"Se trata de algo muy inusual", destacó el vocero de la Agencia Federal de Aviación, Mike Fergus. "Es algo que casi nunca había pasado", agregó.
El accidente ocurrió el domingo por la tarde entre una avioneta Piper Navajo y una hidroavioneta Cessna 206 que volaban en la misma ruta y se acercaban en dirección frontal en el Paso de Lake Clark, un estrecho valle que se extiende sobre un río que atraviesa una cordillera de Anchorage.
El uso del radar no sirve en este corredor de intensa circulación aérea que tiene un ancho de unos 400 metros en algunos tramos. Las nueve personas que iban a bordo de la avioneta Piper Navajo y las cuatro que iban en la hidroavioneta Cessna 206 no tenían la menor idea de que estaban a punto de chocar frontalmente en el paso.
La Piper se había detenido en varios pueblos y llevaba pasajeros con destino a Anchorage. Mientras que una familia que observaba la vida de los osos iba en la Cessna. La visibilidad era excelente.
"Una se dirigía hacia el norte y la otra hacia el sur, con destino a Port Alsworth, y ninguna se percató de la presencia de la otra hasta el último segundo", relató Larry Lewis, investigador de la Junta Nacional de Seguridad de Transporte. "Ninguna de las aeronaves hizo maniobras evasivas hasta lo que yo sé", agregó.
La Cessan volaba ligeramente a mayor altura que la Piper. "Chocó a la Navajo con sus flotadores", agregó Lewis.
Las avionetas registraron algunos daños ligeros, pero pudieron aterrizar a salvo en Anchorage.
El espacio aéreo sobre el área no está regulado, como la mayor parte de Alaska, donde los pilotos deben seguir normas de vuelo visuales. En este caso, las aeronaves debían haber volado sobre el lado derecho del paso. Las autoridades investigan el accidente.