Contenidos sobre mecánica y la aplicación de las leyes de la física para conocer a qué distancia se debe frenar ante otro automóvil. Esos fueron algunos de los puntos que se sumaron en 2012 al examen teórico de conducción, con el objetivo de que los aspirantes demostraran sus conocimientos para obtener una licencia.

A cinco años de los cambios al test, el último balance del Ministerio de Transportes, entre 2013 y 2017, indica que casi tres de cada 10 personas resultan reprobadas en la evaluación. El registro señala que un 24% de los postulantes a un permiso Clase B (no profesional) no pasó el examen, cifra que ha ido en aumento. En 2013 hubo 44.768 reprobados y en lo que va de año hay 59.003 casos (ver infografía).

Una situación similar muestran quienes rinden el control para tener un permiso profesional (Clase A3), el que deben obtener los futuros taxistas y los choferes de transporte público (como los buses del Transantiago). En ese segmento, un 30% tiene mal desempeño, mientras que el 29% de los candidatos a motociclista no pasa la evaluación.

La mayoría de los postulantes a conductores obtiene un mejor desempeño en la prueba práctica. En el caso de la licencia Clase B, sólo un 6% de las personas falla al momento de ser evaluado conduciendo un automóvil. En el test profesional, la reprobación alcanza apenas un 0,004%. En tanto, un 1% de quienes dan la prueba para conducir una motocicleta no pasa el examen.

Cambios

Francisco Fresard, investigador en seguridad vial de la División de Ingeniería en Transportes de la U. Católica, sostiene que la cantidad de reprobados tiene que ver con que el examen se debe responder de manera automática (en un computador) y no en un formulario escrito a mano. "Puede haber un excelente piloto y no saber nada de computación. Entonces, el test se vuelve una prueba de tecnología más que de conocimientos". Agrega que se deberían modificar algunas preguntas: "Se consulta a qué distancia se debe frenar para no chocar. Difícilmente un alumno de Ingeniería podría responder bien, porque se trata de un aspecto subjetivo".

El académico añade que las personas que rinden estas pruebas tienen una carencia de conocimientos sobre los riesgos de la velocidad, una de las principales causas de los accidentes de tránsito.

A juicio de Alberto Escobar, gerente de estudios del Automóvil Club de Chile, a algunos alumnos les va mal porque no entienden lo que leen ni sacan conclusiones a partir de los textos. Agrega que este resultado se presenta también entre quienes desean una licencia profesional, "pese a que se les exige un número de horas de aprendizaje para luego rendir las pruebas".

Gabriela Rosende, secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), señala que la mala calificación obtenida por algunos postulantes se debe a que los métodos de estudio no han variado respecto de los utilizados en el pasado. "Buscan exámenes que contienen preguntas y otros cuestionarios en internet, en lugar de leer el material oficial disponible en la página de la Conaset", dice.

Fresard también tiene críticas a la evaluación práctica, la que posee un nivel de aprobación de casi un 100%. Propone que se aplique un test de acuerdo a las condiciones climáticas que hay en cada región del país .

El académico agrega que los alumnos no deberían conocer de antemano cuáles son los circuitos donde se efectúan los recorridos, pues muchos de ellos se los aprenden de memoria. Los expertos también recomiendan que los motociclistas tengan una prueba práctica de mejor calidad, pues esta depende del criterio de la municipalidad.