Y el mercado habló. Tres grupos presentaron ayer ofertas por la licitación del terminal Costanera de San Antonio, mientras que por el Terminal 2 de Valparaíso no hubo ningún interesado. A la misma hora, ambas empresas portuarias abrieron el proceso de recepción de ofertas: por San Antonio llegó Empresas Navieras, ligado a la familia Urenda; Puerto Lirquén, del grupo Matte y el consorcio español formado por OHL y Marítima Dávila.
No llegaron ni el puerto de Dubai, ni Ports of America ni el puerto de Singapur, entre otros nombres de grandes operadores internacionales que habían evaluado los procesos de la V Región.
"Estamos muy contentos. Tenemos a dos empresas nacionales de mucho prestigio en el mercado nacional y tenemos a un consorcio internacional postulando por la oferta que hicimos en San Antonio (...). Esto es una clara muestra de la confianza que han depositado en nosotros y en el proceso", dijo el presidente de la Empresa Portuaria de San Antonio, Patricio Arrau.
El calendario para San Antonio, según Arrau, seguirá con la revisión y aprobación de las presentaciones técnicas, para luego proceder a la apertura de las ofertas económicas y adjudicación, lo que podría efectuarse la próxima semana. Luego, habrá un plazo de 90 días para la firma de contratos y posterior entrega del terminal, por una concesión de 20 años, expandible a 30 años y que demandaría una inversión de casi US$ 280 millones en su primera etapa.
LA CAÍDA DE VALPARAÍSO
En Valparaíso no hubo postores, pese a que se vendieron 18 bases de licitación. Según fuentes del proceso, dos cosas habrían hecho desistir a los interesados: el exceso de oferta, compitiendo con San Antonio, y el ruido medioambiental que enrarecía el proceso, producto del supuesto muro de contenedores que se instalaría en el puerto, entorpeciendo la vista de la ciudad.
"Estudiamos los dos puertos y hasta hace muy pocos días no teníamos tomada la decisión de no presentarnos en Valparaíso", dijo Sergio Merino, director de OHL Chile. Franco Montalbetti, gerente general de Empresas Navieras, dijo que "el proyecto presentado por la Empresa Portuaria de San Antonio entrega garantías técnicas y económicas acordes con los planes estratégicos del grupo, a diferencia del caso de la Empresa Portuaria de Valparaíso en que nuestros ingenieros expertos opinan que el emplazamiento debe ser distinto, hecho que fue informado a las autoridades correspondientes solicitando algunas modificaciones en las bases, las que no fueron acogidas".
El presidente del Sistema de Empresas Públicas (SEP), Sergio Guzmán, asistió al proceso de San Antonio y admitió que intuía el resultado. "Si me hubiesen preguntado en la privacidad de mi conciencia, lo habría previsto de esta forma. Lo razonable que es que se expanda San Antonio y que Valparaíso tenga un proceso posterior, más cuidadoso".
Guzmán añadió que "lo lógico es que siga expandiéndose, revisando lo dictado por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y si es posible hacerlo a través del propio concesionario que está hoy o a través de un tercero".
Fuentes ligadas al proceso creen probable que Terminal Pacífico Sur (TPS), la concesionaria actual del puerto, del grupo Von Appen, se acerque a la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) a pedir una ampliación de sus inversiones y del período de concesión.
Otra opción es que, tras perfeccionar las bases, se pida al TDLC relajar las restricciones para que TPS pueda participar en un nuevo proceso. En su última resolución, el TDLC impidió que el grupo Claro, hoy operador de San Antonio, y TPS, compitiesen por otros terminales de la misma región.
LOS INTERESADOS
Empresas Navieras: Holding de inversiones de la familia Urenda. Controla la Compañía Chilena de Navegación Interoceánica (CCNI) que se dedica al transporte marítimo, la agencia portuaria Agunsa y Portuaria Cabo Froward, que opera muelles graneleros en Coronel y Calbuco. Participa en los puertos de Arica y Antofagasta. Su filial Agunsa postuló en 1999 a Valparaíso.
OHL y Marítima Dávila: La constructora hispana OHL opera en Chile las autopistas del Sol, Los Libertadores y Los Andes. En el negocio portuario operan el puerto de Alicante en España y es parte de un consorcio que construye un terminal en India. Marítima Dávila, compañía fundada en 1917 en Vigo, España, tiene operaciones en distintas áreas de la labor portuaria, desde representantes de armadores de buques a agentes de aduana.
Puerto Lirquén: Es el mayor operador portuario privado del país, controlado por el grupo Matte (70%) y al grupo Angelini (24%). Opera el puerto ubicado en la bahía de Concepción, con una capacidad instalada de 6 millones de toneladas. En 2010 movilizó 5 millones de toneladas. El grupo Matte, a través de Minera Valparaíso, postuló en 1999 al puerto de Valparaíso, que se adjudicó el grupo Von Appen.