Las fuertes lluvias que desde el fin de semana afectan San Antonio de Areco en la provincia de Buenos Aires y la crecida del río que atraviesa la ciudad, provocaron la muerte de tres personas y unas tres mil personas debieron ser evacuadas, en una situación "catastrófica" según reconoció el gobernador provincial, Daniel Scioli.
Los evacuados fueron alojados en el gimnasio municipal, mientras el cuerpo de bomberos montó un operativo con lanchas para asistir a los vecinos que no quisieron abandonar sus casas por miedo a posibles robos.
En la vecina Pergamino, un niño de 10 años y un joven de 19 también murieron ahogados al ser arrastrados por un arroyo y varias familias fueron evacuadas, mientras que en Salto unas 300 personas debieron dejar sus casas, al igual que unos 250 pobladores de Arrecifes.
El agua, además, dañó gran parte de los muebles y documentos que guarda el Museo Ricardo Güiraldes de Carmen de Areco, que dio a la ciudad el carácter de máximo símbolo de la tradición gauchesca, donde miembros de la Defensa Civil tuvieron que ingresar con canoa para intentar salvar algunos de los objetos del siglo XIX que atesora.
"(El museo) está en peligro. Recién el domingo pudieron entrar en canoa. Hay un metro de agua adentro. No podemos evaluar todavía las pérdidas", señaló hoy la alcaldesa de la ciudad, Estela Lennon, quien recorrió la zona junto a Scioli y ministros del Gabinete nacional.
Las inundaciones también dejaron bajo las aguas tramos de las carreteras 8 y 9, que conectan a Buenos Aires con las provincias de Córdoba y Santa Fe, respectivamente.
Lennon advirtió de que "aún hay miles de evacuados" alojados en el gimnasio municipal y manifestó que "la población está angustiada por la amenaza de lluvias para las próximas horas".
El Servicio Meteorológico Nacional declaró hoy la alerta en la zona norte, centro y sudeste de la mayor provincia del país.
El Gobierno bonaerense presentará hoy una denuncia judicial para que se investigue si las inundaciones de Carmen de Areco fueron inducidas por productores rurales que, según Scioli, construyeron canales sin permiso oficial que aumentaron el caudal del río ocasionando su desborde. El ministro argentino de Planificación, Julio de Vido, dijo incluso que hay unos 30.000 canales ilegales en la zona de esta ciudad, de 28.000 habitantes.
Sin embargo, entidades agropecuarias negaron haber construido canales ilegales y aseguraron que las inundaciones se deben a las fallas en las obras hidráulicas para contener el caudal de agua.
"El desborde del río dejó bajo el agua un 35 por ciento de la ciudad", afirmaron este fin de semana fuentes oficiales.