Tres religiosos fueron suspendidos de sus funciones eclesiales por la diócesis brasileña de Penedo, después de que tres monaguillos denunciaran haber sufrido abusos sexuales y divulgaran un video de esas relaciones.

El escándalo causó conmoción en la ciudad de Arapiraca, en el estado de Alagoas, en el nordeste del país, donde los religiosos ejercían sus funciones, después de que un programa de televisión divulgara la semana pasada entrevistas con los denunciantes y parte de las imágenes grabadas, informó hoy el diario brasieño O Globo.

La situación obligó al obispo de Penedo, Valerio Breda, a desplazarse hasta Arapiraca para anunciar la suspensión de los religiosos y su sustitución por otros sacerdotes, y para leer una carta en plena misa dominical reprobando los hechos.

"Reprobamos por completo y con el corazón despedazado por la verguenza y la tristeza los hechos divulgados", señala una nota divulgada el lunes por la diócesis de Penedo.

"Si hay jóvenes víctimas, como la presentación de los hechos parece aludir, nos sentimos aún más consternados y con la obligación de reparación", agrega el comunicado de la diócesis, que aclara que en ningún momento las supuestas víctimas o sus familiares denunciaron los hechos ante los superiores eclesiásticos.

El comunicado agrega que fue abierto un proceso administrativo penal, previsto por el Código Canónigo, para investigar las denuncias, y que la Iglesia está dispuesta a ofrecer todas las explicaciones solicitadas por la policía, que también abrió una investigación por abuso sexual y pederastia.

Los religiosos denunciados y suspendidos de sus funciones son los monseñores Luiz Marques y Raimundo Gomes, párrocos de la iglesias de San José y Nuestra Señora del Carmen, respectivamente, así como el sacerdote Edilson Duarte, coordinador de la catedral de Nuestra Señora del Buen Consejo.

Arapiraca, ubicada a 130 kilómetros de Maceió, la capital de Alagoas, es la segunda mayor ciudad de ese estado brasileño y tiene cerca de 200.000 habitantes.

El video exhibido y subido en Youtube muestra a Marques, de 82 años, practicando sexo oral con uno de sus monaguillos, hoy con 22 años, en la habitación del párroco y con un altar al fondo, así como a otros religiosos en relaciones sexuales.

El abogado de Marques alegó que la relación sexual exhibida en el vídeo fue consentida por el monaguillo y negó que su cliente hubiese abusado de menores de edad.

Agregó que los monaguillos llegaron a exigirle al religioso el pago de unos US$ 2,8 millones para no divulgar el video.

Además de los tres monaguillos, que denunciaron sufrir el asedio de los religiosos desde hace varios años y cuando aún eran menores de edad, las denuncias fueron presentadas también por un niño de 11 años.