La Policía española detuvo hoy a tres sacerdotes y a un laico en relación con un supuesto caso de abusos sexuales a un menor ocurrido en Granada (sur) y por el que el propio Papa Francisco ha llegado a interesarse.

El laico es un profesor de Religión muy próximo a los tres curas detenidos, según fuentes de la investigación.

La acción policial tiene su origen en la denuncia que un joven de 24 años interpuso en octubre pasado en un juzgado de Granada por supuestos abusos sexuales que ocurrieron cuando era adolescente y que se prolongaron varios años. 

El joven, identificado como Daniel, escribió al pontífice para contarle el caso y en agosto recibió una llamada de Jorge Bergoglio para preguntarle por su situación y pedirle perdón en nombre de la Iglesia.

En la denuncia presentada en octubre el joven incluyo el nombre de nueve sacerdotes y de dos seglares, de los que tres curas son presentados como supuestos autores materiales de los abusos y el resto como encubridores o conocedores de los hechos.

El juez encargado del caso ha tomado ya declaración a una docena de personas. 

Los hechos habrían sucedido en residencias de fin de semana de la provincia de Granada en las que se juntaban varios religiosos y laicos católicos y algún menor de edad, como Daniel, que habitualmente ayudaba voluntariamente en labores relacionadas con la Iglesia.

Aparte de al pontífice, la joven víctima también escribió al arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, quien también ha estado en contacto con el Vaticano por esta denuncia. 

Durante una misa que ofició ayer, el arzobispo Martínez protagonizó el gesto de postrarse ante el altar mayor de la Catedral granadina para pedir perdón por los "escándalos" que han afectado a la Iglesia y aseguró durante su homilía que "el mal hay que erradicarlo" de forma decidida si afecta a inocentes.