Por segunda vez probaron su inocencia. Tal como en el primer juicio, efectuado en julio de 2008 y anulado en septiembre por la Corte de Apelaciones de La Serena, cinco ex funcionarios de la Brigada Investigadora de Robos de la Policía de Investigaciones, acusados de detención ilegal, apremios ilegítimos, hurto y violación del principio de entregar antecedentes verídicos a la justicia, fueron declarados inocentes por el voto unánime de los tres jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle. 

Con ello los cargos formulados hace cuatro años por el Ministerio Público y su propia institución, que les significó ser expulsados de la PDI, fueron definitivamente descartados, quedando la interrogante de si podrán recuperar sus puestos algún día.

Los magistrados Jaime Meza, Pedro Rojas y Eugenia Gallardo –todos diferentes de los jueces que participaron en el primer juicio– determinaron que la Fiscalía no pudo demostrar la materialización de los hechos y, por consiguiente, la participación del ex comisario José Mac Lean Muñoz y los ex inspectores Claudio Barrera Astudillo, Leonardo Ramírez Cáceres, Fabián Aguilera Ahumada y Cristian Capdeville Torres.

De acuerdo con la acusación, el 12 de marzo de 2005 los inculpados habrían detenido ilegalmente en Ovalle, sin orden judicial ni delito flagrante, a Carlos Lagos Valenzuela, uno de los participantes en un asalto a un camión de transporte de valores con $ 116 millones, ocurrido en Iquique el 31 de enero de ese año. Los ex policías se habrían apoderado de $ 8 millones en efectivo que el detenido guardaba en el terminal de buses de la ciudad, tras apremiarlo física y verbalmente para que confesara en dónde había escondido su parte del dinero. Después habrían tratado de encubrir lo ocurrido, manipulando las evidencias del caso.

Sin embargo, el fallo indica que las pruebas presentadas tanto por la defensa como por los fiscales, especialmente los testimonios de funcionarios activos y en retiro de la policía civil, además del relato de los acusados, resultaron más creíbles que la versión de la supuesta víctima, Carlos Lagos, quien cayó en evidentes contradicciones.

El defensor José Luis Craig manifestó su satisfacción por el resultado en un caso emblemático en la Región de Coquimbo. Afirmó que, tal como lo planteó durante el juicio, este caso fue producto de la venganza de un grupo de delincuentes que resultaron condenados por el robo en Iquique y que denunciaron los supuestos apremios e ilegalidades seis meses después de ocurridos los hechos.