El Tribunal Constitucional de Uganda anuló hoy por unanimidad la polémica "ley antihomosexual" que había entrado en vigor el pasado febrero y que castigaba hasta con la cadena perpetua el "delito" de la homosexualidad, informaron los medios locales.
El Tribunal declaró "nula" la ley porque, según argumentó, el proceso violó la Constitución, ya que la normativa fue aprobada por el Parlamento sin el quórum necesario de los legisladores.
Tras conocer esta decisión, partidarios de la "ley antihomosexual" aseguraron al diario local New Vision que apelarán la sentencia ante el Tribunal Supremo.
La petición en contra de la ley fue presentada por activistas, políticos e intelectuales, entre los que figuran el ex líder de la oposición en el Parlamento Morris Ogenga Latigo.
El abogado de la defensa, Nicholas Opio, afirmó estar "feliz" y "entusiasmado" con la decisión del Tribunal.
"El debate fundamental continúa entre el poder judicial y el ejecutivo sobre cuestiones cruciales de los derechos humanos y los procedimientos", añadió el abogado.
Esta ley mantenía la tipificación de la homosexualidad como un delito y elevaba las penas contra el colectivo, con cadena perpetua por la comisión de actos homosexuales "con agravantes".
Aunque el Parlamento aprobó en diciembre la ley, el presidente ugandés, Yoweri Museveni, no la firmó hasta febrero, cuando obtuvo los resultados de un informe que encargó a un grupo de expertos para determinar si la homosexualidad era una enfermedad genética.
El grupo concluyó que la homosexualidad "no es genética", sino una opción derivada de una conducta social "anormal", por lo que es producto de la educación recibida y, a su juicio, es "corregible".
Desde entonces, organizaciones a favor de los derechos humanos han denunciado las "intimidaciones" que activistas y homosexuales sufren por parte del Gobierno.
Muchos países occidentales, así como organizaciones de defensa de los derechos humanos, criticaron duramente esta normativa e incluso EEUU anunció sanciones al país africano en respuesta a la ley.
"Si habláramos de judíos o negros -en la ley de Uganda- podríamos estar en la Alemania de 1930 o en las décadas de 1950 y 1960 con el 'apartheid' en Sudáfrica", afirmó el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, tras la entrada en vigor de la ley.
También la Unión Europea la condenó e instó a Uganda a garantizar la igualdad ante la ley y la no discriminación de acuerdo con sus obligaciones bajo el Derecho Internacional.
En la actualidad, muchos países africanos consideran ilegal la homosexualidad y las autoridades, como en los casos de Uganda o Zimbabue, han hecho declaraciones en términos muy agresivos contra esos colectivos.