El Tribunal Constitucional de Egipto ordenó hoy la suspensión del decreto promulgado hace dos días por el presidente egipcio, Mohamed Morsi, para restablecer la Cámara baja del Parlamento, informó la televisión estatal egipcia.
Esta decisión judicial coincide con la reanudación de las sesiones de la Cámara que se llevó a cabo hoy, después de que fuera disuelta el mes pasado por la Junta Militar, en base a un fallo del Constitucional que anuló los comicios legislativos.
La sesión de la Cámara baja -con mayoría islamista-, fue boicoteada por los principales grupos liberales y laicos, que rechazaron el decreto presidencial.
El presidente del Parlamento, el islamista Saad Katatni, defendió a Morsi por haber restablecido las actividades y prerrogativas de la cámara e insistió en que "el decreto del presidente no afecta al fallo del Tribunal Constitucional, sino a la decisión de la Junta Militar de disolver la Asamblea del Pueblo (Cámara baja)".
Katatni optó por trasladar el caso a la Corte de Casación ante las dudas sobre la aplicación del fallo del Constitucional, y aplazó la sesión parlamentaria sin fijar una nueva fecha.
El Tribunal Constitucional aseguró ayer que sus "fallos y todas sus resoluciones son definitivas e inapelables por la fuerza de la ley".
El pasado 14 de junio, esta corte anuló los últimos comicios legislativos por irregularidades, ya que representantes de partidos políticos habían concurrido como independientes, a los que la ley electoral reservaba un tercio de los escaños de la cámara.
La Junta Militar que gobernaba entonces el país de manera provisional se basó en esa sentencia para disolver el Parlamento un día después y retener en sus manos el poder legislativo hasta que se constituya una nueva asamblea.
El control del poder legislativo se ha convertido en el caballo de batalla de los islamistas, que convocaron hoy una manifestación en la simbólica plaza Tahrir, en el Cairo, en apoyo al decreto de Morsi que ha congregado a varios miles de personas.