Es uno de los momentos más recordados de la última Copa del Mundo. La imagen de Luis Suárez mordiendo al italiano Giorgio Chiellini se convirtió en un ícono del torneo realizado en Brasil.
La acción, sin embargo, le significó al uruguayo una dura sanción por parte de la FIFA: cuatro meses sin poder jugar fútbol y nueve partidos con Uruguay además de la prohibición de entrenar con Barcelona, su nuevo club.
No obstante, el charrúa podría recibir por fin una buena noticia. Esto porque el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS en inglés) estaría evaluando reducir la sanción que pesa sobre el sudamericano. El jugador podría entrenar con los catalanes y participar de otras actividades relacionadas con el fútbol. Además, el castigo de cuatro meses también podría ser rebajado, no así la sanción con su Selección, según indica Marca.
Si bien el Tribunal tendría en cuenta el historial de Suárez, también consideraría que el incidente fue defendiendo a Uruguay y no con la camiseta culé.