La Justicia de Irlanda del Norte concedió hoy a una periodista el derecho a mantener secretas sus informaciones sobre miembros del IRA Auténtico, ya que su entrega a las autoridades policiales podría poner su vida en peligro.
La Policía norirlandesa (PSNI) había llevado a los tribunales a Suzanne Breen, del dominical "The Sunday Tribune", para obligarla a compartir sus notas sobre esa facción disidente del Ejército Republicano Irlandés (IRA), responsable el pasado mes de marzo del asesinato de dos soldados británicos en la base militar de Massereene, al norte de Belfast.
La periodista, que recibió de la organización terrorista la confirmación de la autoría de esa acción, publicó días después una entrevista exclusiva con un representante del IRA Auténtico que, con todo lujo de detalles, describía la muerte de los soldados y otras acciones pasadas del grupo armado, responsable también del atentado de Omagh en 1998, en el que murieron 29 personas.
El juez instructor, Thomas Burgess, el mismo que tramita el caso del ex preso etarra José Ignacio de Juana Chaos, reconoció hoy que existe un gran interés público en atrapar a los asesinos de los dos miembros de seguridad, pero aseguró que la integridad física de Breen lo supera.
En su opinión, hay "pruebas objetivas" que demuestran que este "grupo de gente, asesina y despiadada", iba a poner a la periodista en su punto de mira si entrega esa información a la policía, incluso si se hubiese visto obligada a hacerlo por orden judicial.
"La organización tiene la capacidad de ejecutar tales amenazas y está dispuesta a efectuar semejantes acciones", añadió Burgess.
Durante el juicio, Breen arguyó que la entrega de notas y registros telefónicos a las autoridades hubiese roto el principio de confidencialidad que todo periodista debe mantener con sus fuentes, por lo que se declaró decidida a afrontar una pena de cárcel.
La responsable del "The Sunday Tribune" en Irlanda del Norte recordó que la protección de las fuentes de información es la base del periodismo de investigación y que la tarea de investigar delitos recae sobre la policía y no sobre los medios comunicación.