El ex presidente de Francia Nicolas Sarkozy, de 59 años, y su esposa Carla Bruni consiguieron en un juicio sumarísimo la retirada inmediata de Internet de los extractos de las conversaciones que fueron grabadas sin su conocimiento.
La corte parisina considera que la publicación en la página web Atlantico de las conversaciones es una violación de la esfera privada. Las grabaciones las hizo en secreto durante la presidencia de Sarkozy (2007-2012) un asesor del mandatario, que al parecer dejaba la grabadora encendida en todos sus encuentros dentro de un bolsillo.
El tribunal condenó al asesor Patrick Buisson a indemnizar a Sarkozy y su esposa, de 46 años, con 10.000 euros a cada uno. El dinero se destinará a la fundación Carla Bruni-Sarkozy, que entre otros apoya la lucha contra la propagación del sida. Los responsables de la página web Atlantico anunciaron que recurrirán la sentencia "en nombre de la libertad de información".
Los juristas estiman que Sarkozy con este proceso rápido ha querido sobre todo impedir que se sigan difundiendo otras grabaciones, pues al parecer hay muchas horas de conversaciones grabadas.
En los últimos tiempos se hablaba de un posible regreso de Sarkozy a la política de cara a las elecciones de 2017. Las grabaciones que han salido a la luz hasta ahora son más bien inofensivas. Se trata principalmente de comentarios malévolos sobre correligionarios y algunas cuestiones privadas.
Por ahora se desconoce cómo las grabaciones llegaron a manos de los medios. Buisson, que en el pasado estuvo próximo al Frente Nacional, sostiene que fueron robadas.
Lo que podría poner en peligro un posible regreso de Sarkozy a la arena política, aparte de las grabaciones de Buisson, sería la orden dada el año pasado por la Justicia de grabar las conversaciones telefónicas del mandatario. La medida se tomó porque existen indicios de que el partido de Sarkozy consiguió donaciones ilegales procedentes de Libia para la campaña presidencial de 2007.