El Tribunal Supremo de Francia dictaminó hoy que las parejas de lesbianas en las que una de ellas haya tenido un hijo por procreación asistida en el extranjero -procedimiento no autorizado en el país- podrán ser ambas reconocidas como madres mediante un procedimiento de adopción.
En su veredicto, que pretende sentar jurisprudencia frente a la discordancia de otras decisiones judiciales precedentes, el Tribunal Supremo señaló que la inseminación artificial con un donante anónimo en el extranjero "no es obstáculo para que se pronuncie para la esposa la adopción del hijo nacido de esta procreación".
Y eso pese a que la legislación francesa no autoriza a las parejas del mismo sexo el recurso a esas prácticas, a diferencia de lo que ocurre para las heterosexuales, lo que ha llevado a varios cientos de lesbianas a acudir a centros en el extranjero y a intentar después que los hijos así nacidos sean adoptados por sus compañeras en Francia.
La ministra de Justicia, Christiane Taubira, se felicitó por el pronunciamiento de los jueces del Supremo, que en su opinión "pondrá fin a varios meses de inseguridad jurídica para las familias homoparentales".
Taubira se mostró convencida, en un comunicado, de que eso favorecerá "una armonización de la jurisprudencia".
A ese respecto, recordó que hasta ahora los tribunales se habían negado a dar el visto bueno a ese tipo de adopciones en nueve ocasiones, mientras que otros 281 casos habían recibido un dictamen favorable.
La ministra concluyó que con el veredicto del Supremo, "la adopción está claramente abierta, en todas sus formas, a todas las parejas casadas" en virtud de la ley de mayo de 2013 sobre el matrimonio homosexual.