Un cohete ruso Soyuz despegó desde el Cosmódromo Baikonur en Kazajistán el domingo para llevar tres nuevos tripulantes a la Estación Espacial Internacional, incluyendo la primera astronauta mujer de Italia.
Viajan en ella el nuevo comandante de la estación Terry Virts, de la agencia espacial estadounidense NASA, el comandante del Soyuz Anton Shkaplerov, de la Agencia Espacial Federal de Rusia y Samantha Cristoforetti, de la Agencia Espacial Europea.
Tenían previsto llegar a la estación, que orbita a unos 418 km sobre la Tierra, menos de seis horas después, la cual pertenece a una asociación de 15 naciones que también la operan, y tiene un laboratorio de ciencias de la vida, investigación de materiales, desarrollo de tecnología y otros experimentos que aprovechan el ambiente único de microgravedad.
"En 100 o 500 años, la gente recordará esto como los primeros pasos que tomamos para ir al sistema solar. De la misma manera que hoy vemos a Colón y los otros exploradores de hace 500 años, esa esa la forma en la que la gente mirará este momento en la historia", dijo Virts.
El laboratorio de investigación de 100.000 millones de dólares ha quedado corto de personal desde el 9 de noviembre, cuando el cosmonauta ruso Maxim Suraev, el astronauta europeo Alexander Gerst y Reid Wiseman de la NASA regresaron a casa después de cinco meses y medio en órbita.
La tripulación enfrenta unos seis meses con muchas actividades, incluyendo tres caminatas espaciales para preparar la estación para una neuva flota de taxis espaciales comerciales de Estados Unidos que tienen previsto comenzar a llevar tripulantes a la estación a fines de 2017.