Dos tripulantes de la Estación Espacial Internacional (EEI), el ruso Guennadi Padalka y el estadounidense Michael Barratt, concluyeron hoy en tan sólo 12 minutos una caminata durante la que permanecieron en el interior del módulo ruso Zvezdá, temporalmente despresurizado.
"A las 11.07 hora de Moscú, Padalka y Barratt concluyeron su caminata y volvieron a presurizar la estación", indicó el portavoz oficial del Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia, Valeri Lindin, citado por la agencia oficial ItarTass.
En un principio, estaba previsto que los trabajos se prolongaran alrededor de 40 minutos, pero en sólo 12 los astronautas concluyeron las labores que tenían como finalidad acondicionar el puerto de acoplamiento para recibir en noviembre el módulo científico menor MIM2.
Durante esta caminata, Padalka y Barratt sustituyeron la tapa de la escotilla de salida por un mecanismo de acoplamiento, destinado al enganche en noviembre del nuevo módulo ruso.
Las labores de los dos astronautas fueron supervisadas desde el interior de la EEI por los otros cuatro miembros de la tripulación: el japonés Koichi Wakata, el ruso Román Romanenko, el canadiense Robert Thirsk y el belga Frank de Winne.
Tras finalizar los trabajos, los cosmonautas volvieron a aumentar la presión hasta el nivel inicial, tras lo cual se quitaron las escafandras.
Las condiciones durante la despresurización del compartimento son las mismas que en el espacio exterior, por lo que únicamente las escafandras garantizan una total seguridad a los cosmonautas, señaló Lindin.
SEGUNDA VEZ
Esta es la segunda caminata que se lleva a cabo según el programa ruso con el fin de acondicionar la plataforma para el acoplamiento del módulo MIM2, y la número 29 que se realiza desde el segmento ruso.
El pasado viernes, Padalka y Barratt realizaron con éxito una salida al espacio de cinco horas durante la que instalaron tres antenas y equipos para el sistema de enganche automático Kurs en el puerto de acoplamiento del módulo Zvezdá.
Además, fijaron varios cables eléctricos en el casco de la plataforma y fotografiaron los resultados de su trabajo a fin de que los expertos en tierra puedan verificar si las antenas quedaron en la posición correcta.
"Ahora la estación está totalmente acondicionada para recibir el MIM2", subrayó Lindin.
Padalka y Barratt fueron los primeros en probar en su primera salida al espacio el pasado día 5 las nuevas escafandras rusas OrlánMK, que se diferencian del anterior modelo "OrlánM" por estar provistas de ordenador.
Las escafandras, de 120 kilogramos de peso y una vida útil de cuatro años o quince caminatas espaciales, cuentan con una pantalla de cristal líquido en la que el cosmonauta puede ver toda la información sobre el estado de cada uno de los sistemas de su traje espacial.