Desde el primer día, literalmente, Nani Roma supo que revalidar el título conseguido también con Mini, hace un año, no se iba a repetir. En la primera especial falló la bomba de aceite de su auto, y la penalización por haberlo remolcado lo dejó participando, en vez de luchando en este Dakar.

Pero quería llegar a Buenos Aires, por el equipo, por el honor. No será posible, pues al español no le permitieron tomar la salida ayer. El miércoles, tuvo un fuerte accidente y, aunque los mecánicos lograron reparar su unidad durante la noche (los autos no tenían jornada maratón), los jueces determinaron que no había finalizado la etapa anterior, pues, averiado, se saltó muchos waypoints.

Al menos, el ex campeón del Dakar en Motos en 2004, se dio el gusto de ganar la etapa entre Iquique y Calama.

El qatarí Nasser Al-Attiyah, también en Mini pero que no forma parte del equipo oficial alemán, es cómodo líder, mientras que el chileno Boris Garafulic se ubica 12º, con pocas opciones de alcanzar el décimo puesto al que aspiraba como objetivo en esta participación, que hoy ostenta el francés Ronan Chabot, a casi 52 minutos del nacional.