Colo Colo pudo haber vencido a Palestino si Esteban Paredes hubiese convertido, a los 45', un penal mal cobrado por el árbitro Carlos Ulloa.
El delantero, goleador del Cacique en el Torneo de Clausura, elevó ampliamente su remate, una imagen que a los hinchas albos se les vino a la mente al término del partido, que terminó igualado en un pobre 0-0.
Lo del 7 blanco ya es una tendencia. Y preocupante. De los últimos seis penales que ha lanzado, apenas ha convertido uno. Una cifra muy pobre para la principal esperanza de gol del elenco dirigido por Pablo Guede.
La mala racha comenzó en 2016. El año pasado, ante Santiago Wanderers, en la última fecha del Clausura, su remate fue atajado por Gabriel Castellón; ya en el Apertura 2016, ante Universidad de Concepción, de visita, se lo perdió a los 65'; en ese mismo torneo, esta vez ante la UC, en San Carlos de Apoquindo, desperdició un tiro desde los 12 pasos que hubiese sido el 1-3 a favor (2-2 terminó ese partido); luego, también en ese campeonato, convirtió ante Cobresal. Sin embargo, este año la oscura seguidilla continuó, porque ha desviado las dos penas máximas que ejecutó: ante O'Higgins, a los 43', en Macul y anoche, también de local, ante los árabes.
¿Paredes debe seguir pateando los penales de Colo Colo? Una pregunta que muchos hinchas albos comenzaron a plantearse anoche, una vez finalizado el encuentro ante los de La Cisterna. Habrá que ver, porque a falta de tres fechas para que culmine un torneo tan ajustado no hay margen de error.