Tras los retiros de Fernando González y Nicolás Massú, los grandes triunfos se han puesto en pausa en el tenis chileno. El Bombardero de la Reina logró vencer al número uno del mundo, Roger Federer, en el Torneo de Maestros de Shangai en 2007. Por su parte, el Vampiro derrotó a Andy Roddick, en ese entonces segundo en el ranking, en el Masters de Madrid en 2003.
Desde que los medallistas olímpicos dejaron el profesionalismo, los triunfos sobre jugadores de primer nivel escasean. Es por eso que lo conseguido por Christian Garin el viernes al derrotar a Nicolás Almagro (44°) fue algo así como una gesta para los tenistas nacionales en ese ítem y , de paso, reaviva las esperanzas puestas en el Tanque.
Tuvieron que pasar casi tres años para que una raqueta criolla se impusiera a un Top 50 del circuito. El último había sido Paul Capdeville. El santiaguino derrotó al argentino Horacio Zeballos, 43 del mundo en ese momento, en febrero de 2013 en el ATP de Sao Paulo.
Entre las victorias de Capdeville y Garin, el tenis chileno tiene sólo tres triunfos sobre jugadores top 100, de Lama, Jarry y Podlipnik.