Los talibanes han ganado terreno en Afganistán, donde están avanzando desde sus bastiones tradicionales en el sur hacia áreas del norte y del oeste en las que antes había cierta estabilidad, advirtió el mando militar de EEUU en ese país.
El general Stanley McChrystal, quien dirige las tropas estadounidenses en Afganistán y la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), presentará en pocas semanas su evaluación estratégica de la situación en el país centroasiático.
McChrystal afirmó en una entrevista con el Wall Street Journal que los talibanes "son un enemigo muy agresivo ahora mismo" y han ganado "impulso".
"Tenemos que frenar su ímpetu, frenar su iniciativa. Es una labor dura", señaló McChrystal, quien sustituyó en mayo al general David McKiernan y lleva en Afganistán desde junio.
El avance de los talibanes ha obligado a EE.UU. a cambiar su estrategia en ese país aumentando el número de tropas en áreas altamente pobladas como en la sureña provincia afgana de Kandahar, donde se encuentran los principales feudos de la insurgencia.
Los talibanes, dijo efectúan sofisticados atentados con un pequeño grupo de militantes muy armados, causando grandes bajas entre las filas de las tropas estadounidenses.
El mes pasado fallecieron 44 soldados en el país centroasiático, una cifra récord, y 12 en lo que va de mes.
En este contexto, McChrystal advirtió de que la cifra de soldados que mueren en el conflicto, que se prolonga ya más de ocho años, se mantendrá alta durante los próximos meses.
En un esfuerzo para recuperar el control, el general desplegará algunas tropas que actualmente se encuentran en áreas poco pobladas a áreas con más ciudadanos afganos, mientras que algunos de los 4.000 soldados estadounidenses que aún deben desembarcar en el país serán destinados a Kandahar.
El Gobierno de EE.UU. está poniendo en marcha su nueva estrategia en Afganistán, que elevará el número de tropas estadounidense a la cifra récord de 68.000 soldados a finales de año, más del doble de los 32.000 que tenía destacados en esa nación en 2008.
El antecesor de McChrystal había pedido 10.000 tropas más, pero el general ahora al mando en Afganistán afirmó que aún no ha decidido si solicitar más soldados.
"Todavía estamos en ello", dijo en referencia a su revisión estratégica que presentará en breve al Gobierno.
El despliegue de tropas adicionales no será fácil de vender a la Casa Blanca, donde varios altos funcionarios han afirmado públicamente que de momento no quieren enviar más soldados a Afganistán, un conflicto que cuesta a EE.UU. 4.000 millones de dólares al mes, de acuerdo con el Wall Street Journal.
Además, el apoyo que los estadounidenses dan al conflicto de Afganistán ha caído 9 puntos desde mayo, según una reciente encuesta publicada por CNN que indica que solo el 41 por ciento de la población ve esta guerra con buenos ojos.
El 54 por ciento de los encuestados se opone a esta guerra.
El Gobierno de EE.UU. anunció en marzo una nueva estrategia para devolver la estabilidad a Afganistán, con el envío de soldados adicionales, de personal para entrenar a las fuerzas y agentes policiales afganos y de empleados civiles con especialidades en agricultura, ingeniería y educación, entre otras, para mejorar la seguridad, la oportunidad y la justicia en ese país.