Con tanques y helicópteros, las tropas del Presidente Bashar Assad avanzaron hoy hacia Maarat al-Numaan, en la principal carretera que atraviesa Siria de norte a sur conectando Damasco con la segunda ciudad Aleppo.
Esto, luego de arrestar a cientos de personas en aldeas cercanas a Jisr al-Shughour, dijeron residentes, mientras más refugiados huían a Turquía. Se calcula unos 8.500 que cruzaron la frontera escapando de las tropas del régimen, que acusa a hombres armados de matar a 120 agentes de seguridad hace 10 días.
En tanto, miles de personas más están viviendo en áreas de montaña dentro de Siria, donde la lluvia ha vuelto miserables las condiciones de vida. Imágenes tomadas por Reuters Televisión mostraban a grupos de personas atemorizadas tratando de secar mantas empapadas de agua.
REFUGIADOS
Turquía ha montado cuatro campos de refugiados junto a la frontera y la agencia estatal de noticias Anatolia reportó hoy que las autoridades podrían ofrecer más apoyo a los sirios. Grupos sirios de derechos humanos dicen que 1.300 civiles han muerto desde el inicio de las revueltas en marzo. Se suma a más de 300 soldados y policías que también murieron.
Assad, que heredó el poder tras la muerte de su padre en el 2000, ha hecho algunas concesiones para calmar a los manifestantes, levantando una ley de emergencia vigente desde hacía 48 años y prometiendo un diálogo nacional, aunque muchos activistas han restado importancia a esos gestos.
Francia, con apoyo de Reino Unido, ha liderado los esfuerzos para que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condene la represión desatada por Assad, pero Rusia y China han sugerido que usarían su poder de veto para frustrar una resolución sobre Siria. La respuesta de Occidente ha sido matizada por el temor a la inestabilidad regional si Siria, un aliado de Irán que apoya a los grupos militantes Hamas y Hizbulá, se suma en el caos.