"Me gustaría proveerle al pueblo estadounidense una actualización de la transición a la Casa Blanca y los planes de política para los primeros 100 días(...). Como parte de este plan, he pedido a mi equipo de transición que desarrolle una lista de acciones ejecutivas que podemos tomar desde el primer día para restaurar nuestras leyes y traer nuestros empleos de vuelta. Es hora."
Con esas palabras, el Presidente electo de EE.UU., Donald Trump, anunció los lineamientos de lo que pretende hacer durante sus primeros días de gobierno, el que comenzará el próximo 20 de enero.
En un video de dos minutos y medio de duración, el magnate reafirmó, como primera medida, su intención de sacar a EE.UU. del Acuerdo Transpacífico (TPP), lo que pretende efectuar desde las primeras 24 horas de su administración.
"Voy a emitir una notificación de intenciones para retirar a EE.UU. del TPP, un desastre potencial para nuestro país", señaló el futuro mandatario, afirmando que, en desmedro de este acuerdo, pondrá énfasis en tratados bilaterales que permitan la generación de empleos que -sostiene- se han perdido producto de pactos comerciales aprobados en el pasado.
"Mi agenda estará basada en un principio básico: poner primero a Estados Unidos, ya sea fabricando el acero, automóviles o curando enfermedades. Quiero que los próximos años de innovación sean aquí en nuestra tierra, creando riqueza y trabajo para los estadounidenses", agregó.
Con esto, el republicano intentará dar término a una de las grandes iniciativas en política exterior del segundo mandato de Obama.
El TPP, que fue alcanzado el 4 de febrero tras seis años de negociaciones, está suscrito por doce países, en los que -además de EE.UU.- están incluidos Chile, Japón, Perú, Australia, Canadá, México, Brunei, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam. Está considerado como un acuerdo comercial de la Cuenca del Pacífico que, entre otras razones, busca contrarrestar la expansión comercial de China.
Con el eventual retiro del pacto de EE.UU., éste se pone seriamente en riesgo, debido a que, para su entrada en vigor, necesita que los firmantes representen, al menos, 85% del Producto Interno Bruto del bloque. Riesgo que aumenta exponencialmente con los dichos del premier nipón, Shinzo Abe, quien horas antes del anuncio de Trump, manifestó que, sin EE.UU., el Acuerdo Transpacífico "no tendría sentido".
Los temores de que Trump concretara su promesa de sacar a EE.UU. del TPP estuvieron latentes el fin de semana pasado, en la cumbre de la Apec desarrollada en Lima, Perú.
Ahí, Barack Obama, en una reunión en la que participaron los 12 países integrantes del TPP intentó dar un mensaje de tranquilidad, pese a que, según la estimación de sus propios asesores, el acuerdo no alcanzará a ser aprobado antes del fin de su gestión.
Bachelet tras la cita, reafirmó su respalda al TPP, afirmando que "el gran acuerdo de todos es que creemos que el libre comercio como una economía abierta de nuestros países ha sido beneficioso".