Durante la campaña electoral Donald Trump no se privó de mofarse de los generales estadounidenses y de la lentitud de los progresos militares contra el Estado Islámico (EI) en Medio Oriente. Por ello, una vez en el poder, el Presidente norteamericano no ha dudado en dar un dramático giro respecto a la estrategia de su antecesor en la Casa Blanca, Barack Obama. Según confirmó el Pentágono, EE.UU. ordenó el despliegue de 400 miembros de los Marines y de las fuerzas especiales de los Rangers en Siria, para tomar posiciones ante el inicio de la ofensiva sobre Raqqa, principal bastión del grupo yihadista en ese país.
El coronel John Dorrian, portavoz de la misión estadounidense contra el EI en Irak y Siria, confirmó el inicio del despliegue, que se suma a unos 500 efectivos que ya están en terreno, principalmente en funciones de asesoría a milicias rebeldes, y supone una primera escalada militar de EE.UU. en Siria desde que Trump llegó a la Presidencia en enero, según EFE.
En una audiencia ante el Comité de las FF.AA. del Senado de EE.UU, el jefe del Comando Central, encargado de las operaciones en Medio Oriente, general Joseph Votel, dijo que el despliegue está pensado para dar apoyo de artillería, realizar operaciones de avanzada y asegurarse de que el progreso hacia Raqqa no pierda fuerza. "Estamos preparando apoyo logístico y de fuego para permitir un asalto exitoso sobre Raqqa, la autoproclamada capital del Estado Islámico", comentó Dorrian, citado por el diario The New York Times.
Dorrian afirmó que los soldados estadounidenses adicionales trabajarán con socios locales en Siria -las Fuerzas de Siria Democrática y la Coalición Arabe Siria- y que no desempeñarán un papel en el frente de combate. Agregó que el intento por aislar Raqqa iba "muy, muy bien" y podría ser completado en unas semanas, al acentuarse la campaña de ataques aéreos de la coalición. Una vez aislada la ciudad, se iniciará su asalto.
Los Marines, situados sobre todo en los alrededores de Raqqa, forman parte de un contingente especializado en el despliegue de piezas de artillería del tipo "Howitzers", obuses pensados para intensas ofensivas terrestres. Por su parte, los Rangers, fuerzas de elite del Ejército de EE.UU., han sido vistos en las inmediaciones de Manbij, una plaza estratégica en Siria de la que el Estado Islámico fue expulsado el año pasado.
Este despliegue militar "es temporal", según Dorrian, pero supone un nuevo punto de inflexión en la estrategia de Washington en Siria.
Con ese objetivo en mente, Washington también evaluaría desplegar 1.000 soldados en Kuwait como fuerza de reserva en la lucha contra el Estado Islámico en Siria y en Irak, informó CNN.
Entre las alternativas que manejaba la administración de Trump estaba aumentar el número de asesores militares estadounidenses en Siria e Irak o autorizar el envío de soldados para que participen directamente en los combates contra los yihadistas. Obama se opuso categóricamente a esta última posibilidad, aunque autorizó el despliegue de 500 asesores estadounidenses en Siria, indicó France Presse.
Washington ha estado apoyando a las Fuerzas de Siria Democrática, que incluye facciones kurdas, algo que no es del gusto de Turquía, que está operando en Siria con la prioridad de evitar que los kurdos controlen todo el norte de Siria a lo largo de su frontera. Rusia y las fuerzas leales al líder sirio, Basher Assad, también están tomando posiciones en los alrededores de Manbij, dificultando así los avances de los aliados turcos en Siria hacia esa plaza, en la que se han establecido los estadounidenses y sus aliados.
Esta semana los jefes de los Estados Mayores de Rusia, EE.UU. y Turquía mantuvieron una reunión de dos días en la ciudad turca de Antalya para mejorar la cooperación militar en Siria e Irak y evitar posibles enfrentamientos entre sus tropas.
En los últimos meses Turquía y Rusia, pese a apoyar bandos opuestos en el conflicto sirio, han desarrollado una gran cooperación e impulsaron la última tregua en Siria y auspiciaron la ronda de negociaciones de Astaná.
En tanto, el EI aún controla amplias áreas del norte, este y centro de Siria, donde mantiene la "capital" de facto de su autoproclamado califato desde 2014. Tras casi seis años de guerra en Siria, conflicto que le ha costado la vida a más de 300 mil personas, el régimen de Assad ha logrado recuperar ciudades clave, como Alepo, Homs y barrios de Damasco. Además, en las semanas recientes las fuerzas sirias recuperaron Palmira.