El Presidente Donald Trump dará a conocer el martes su decisión sobre el programa que protege de la deportación a unos 800.000 inmigrantes que llegaron con menos de 16 años junto a sus padres y de manera ilegal a Estados Unidos, conocidos como los "dreamers".

La vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, se refirió así sobre el desenlace del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por su sigla en inglés), implementado en 2012 por Barack Obama y que beneficia a los "dreamers" (soñadores).

Para acogerse al programa se requiere tener menos de 31 años en junio de 2012, residir en el país continuamente desde 2007, no tener antecedentes penales ni representar una amenaza a la seguridad pública. Eso garantiza no ser expulsados y tener la posibilidad de trabajar legalmente. De acuerdo con France Presse, estos jóvenes vivieron casi toda su vida en EE.UU. y están totalmente integrados a la cultura local.

Según Fox News, Trump prevé anunciar el fin del DACA, pero permitiría a sus beneficiarios quedarse en Estados Unidos hasta que expire su permiso de trabajo, un plazo que podría ser de hasta dos años para aquellos que acaban de renovar su inscripción al programa.

Durante su campaña, Trump prometió revertir todos los decretos sobre inmigración de Obama. La situación divide al gobierno, que sufre presiones de su sector más conservador. Sin embargo, Trump puede finalizar el DACA mediante una orden ejecutiva.

Grupos defensores de los inmigrantes han realizado protestas en favor de los "dreamers" y dirigentes de grandes empresas estadounidenses, como Amazon, Apple y Facebook, advirtieron ayer a Trump sobre el impacto económico que podría causar el fin del programa.

Los dirigentes de estas compañías expresaron que en caso de suspender el programa, estos jóvenes "perderían la posibilidad de trabajar legalmente en el país y estarían expuestos al riesgo de deportación. Nuestra economía perdería US$ 460.300 millones y 24.600 millones de contribuciones fiscales al sistema de Seguridad Social".

Trump insistió en su voluntad de abordar el tema "con el corazón". A su vez, Paul Ryan, líder de la Cámara Baja dijo que la situación de los beneficiarios del DACA es "algo que el Congreso necesita arreglar".