Uno de los elementos tradicionales durante la ceremonia de cambio de mando en Estados Unidos es la presencia en pleno de ex Presidentes y congresistas. Algo que cambiará hoy, ya que más de 50 representantes demócratas rechazaron asistir a la investidura de Donald Trump como el 45° Presidente del país.
La jornada comenzará cuando, a primera hora, Trump, el futuro Vicepresidente Mike Pence y sus familias asistan al tradicional servicio religioso en la iglesia episcopal de St. John. Luego, el gobernante entrante y el saliente, Barack Obama, se reunirán en el Salón Oval de la Casa Blanca para tomarse un café, en privado.Solo entonces Obama y Trump, y sus familias se dirigirán hacia el ala oeste del Capitolio, la sede del Congreso estadounidense donde se realizará el acto central de "inauguración". Varios días tardaron los trabajos para dejar terminada la plataforma que recibirá a los 1.600 invitados principales de esta ceremonia.
La primera fila estará reservada para Barack Obama y su familia; Donald Trump y su familia; el titular de la Cámara de Representantes, Paul Ryan; los ex Presidentes Jimmy Carter (1977-1981), George W. Bush (2001-2009) y Bill Clinton (1993-2001), junto a su esposa, la ex candidata presidencial Hillary Clinton. George H. Bush (1989-1993) no irá ya que se encuentra hospitalizado. Un lugar especial tendrán los nominados al gabinete, los congresistas, gobernadores, el cuerpo diplomático y los jefes de personal.
El primero en jurar su cargo será Mike Pence, que lo hará como el 48° Vicepresidente de EE.UU. Luego será el turno de Trump, quien lo hará ante el titular de la Corte Suprema, John Roberts. El nuevo jefe de Estado utilizará dos biblias para su toma de posesión: la que usó Abraham Lincoln (1861-1865) y la suya, que le regaló su madre, Mary Anne MacLeod.
Durante la ceremonia habrá algunos momentos musicales, pero sin figuras de renombre. Como la interpretación del himno nacional que estará a cargo de la cantante de 16 años Jackie Evancho, ex participante de America's Got Talent 2010. También estarán el coro de The Mormon Tabernacle, de Salt Lake City, el coro de la U. estatal de Missouri y la banda de la Marina que interpretará el himno presidencial.
Este año no estará Charlie Brotman (89) quien ha sido la voz de las ceremonias de inauguración desde 1957. Trump decidió jubilarlo y reemplazarlo por Steve Ray (58), un locutor que no recibiría ningún pago.
A la ceremonia se calcula que asistirán entre 800.000 y 900.000 personas, cifra mucho menor a la que asistió a la inauguración de Obama en 2009, que alcanzó 1,8 millones de personas. Es ante ese marco de público que Trump dará su discurso de investidura, un mensaje que busca transcendencia y con la que los gobernantes aspiran a entrar en la historia.
Una vez terminada esa ceremonia y luego de participar en un almuerzo en el Congreso, se dará inicio al desfile inaugural que estará encabezado por Trump y Pence. Será un recorrido de una hora y media, desde el Capitolio, por la Avenida Pennsylvania y hasta la Casa Blanca. El nuevo Presidente y Vicepresidente estarán acompañados por más de 8.000 participantes provenientes de 34 grupos locales y seis nacionales, entre ellos bandas de institutos y universidades, boys scouts, policía montada, grupos de primeros auxilios y veteranos. Además, todas las ramas de las Fuerzas Armadas estarán representadas.
Como corresponde, la seguridad de Trump estará a cargo del Servicio Secreto, con el apoyo de agencias federales y locales. La movilización del personal policial podría costarle al Distrito de Columbia un total de US$ 30 millones. Sin embargo, el comité presidencial de Trump confirmó que recaudaron US$ 90 millones en donaciones privadas, la cifra más alta conseguida para una inauguración presidencial.
Durante la noche se harán tres bailes inaugurales, a diferencia de los 10 que se hicieron cuando asumió Obama en 2009. Dos son para los invitados, quienes podrán danzar y entretenerse, según la invitación. El último baile es para las Fuerzas Armadas y el personal oficial. Todas las miradas en estas fiestas estarán centradas en el nuevo gobernante y la Primera Dama, Melania Trump.
Para mañana, Donald Trump y Mike Pence, asistirán a un servicio religioso en la Catedral Nacional de Washington, que pondrá fin a los actos oficiales de inauguración de un nuevo mandato presidencial.