"Va a ser muy interesante. Nadie sabe realmente (qué ocurrirá)". Horas antes de su primer "cara a cara" con Xi Jinping, este era el pálpito que el Presidente estadounidense Donald Trump tenía sobre las 24 horas de reuniones que inició ayer con su homólogo chino en un resort en Florida. Una cumbre que, a juicio del diario The New York Times, es "el encuentro diplomático más importante de su Presidencia hasta el momento".

A bordo del Air Force One, Trump arribó a Florida sobre las 14.50, para luego enfilar con su comitiva hacia Mar-a-Lago, su residencia y club privado en Palm Beach y a la que llama su "Casa Blanca de Invierno". Trump aterrizó un hora después de Xi, quien a su llegada fue recibido por el secretario de Estado, Rex Tillerson. El líder chino se encuentra alojado en Eau Palm Beach Resort & Spa, en la localidad de Manalapan.

Luego de tomar té para conocer a sus respectivos equipos, Trump y Xi, junto a sus esposas, participaron de una cena. La parte formal de la visita tendrá lugar hoy en Mar-a-Lago, con una serie de reuniones que concluirán con un almuerzo de trabajo, aunque la Casa Blanca ha insistido en que no hay temas de discusión fijados y los mandatarios tendrán libertad de plantear lo que deseen.

Claro que antes de viajar hacia Florida, Trump ya había insinuado cuáles eran sus preocupaciones para esta cumbre. Así, el mandatario insistió en que China no ha sido "justa" con Estados Unidos en materia comercial durante "muchos años", lo que se ha traducido en un déficit comercial estadounidense con el gigante asiático de US$ 347.037 millones en 2016.

Un tema que Trump ya había abordado la semana pasada, cuando escribió en Twitter que Estados Unidos ya no puede tolerar enormes déficits comerciales y que su reunión con Xi "será muy difícil". Funcionarios de la Casa Blanca no esperan grandes resultados de la reunión, y señalan que será la base para futuros acuerdos, según consigna France Presse.

Sin embargo, Holly Hart, directora legislativa del sindicato de Trabajadores Metalúrgicos Unidos, dijo que "Trump tiene que salir de la reunión con resultados concretos que restauren la producción y el empleo aquí en Estados Unidos en aquellos sectores que han sido arrasados por las prácticas depredadoras y proteccionistas de China". Si bien se espera que durante cumbre Trump plantee un mayor "equilibrio" en la balanza comercial con China, el propio mandatario ha preferido dejar fuera de esta cita su amenaza de imponer mayores aranceles a China, un tema que quizá tratará en su "próximo" encuentro con el líder chino, según dijo el domingo.

En la agenda también deberían tener un lugar destacado las amenazas de Corea del Norte, que este miércoles lanzó un nuevo misil balístico de medio alcance. Trump afirmó el domingo, en una entrevista con el diario Financial Times, que está "totalmente" dispuesto a actuar unilateralmente frente a las amenazas de Pyonyang, al asegurar que "si China no va a resolver (el problema de) Corea del Norte, nosotros lo haremos".

En un editorial, The New York señaló que los dos días de conversaciones en Mar-a-Lago entre Trump, a quien calificó como "un novato impredecible", y Xi, al que llamó "un líder experimentado y firmemente apegado al guión", "pondrán a prueba" a ambos líderes y permitirán ver si "pueden comenzar a manejar eficazmente la relación bilateral más significativa del mundo".

El Presidente chino, considerado como el dirigente más poderoso de su país de los últimos 25 años, "no puede permitirse quedar mal en un momento en el que China aspira a convertirse en el centro de gravedad del nuevo orden mundial", consideró desde Hong Kong el experto Willy Lam.

Respecto precisamente al liderazgo global, The New York Times criticó la postura que el mandatario estadounidense ha asumido hasta ahora. "Al anular el apoyo estadounidense a un acuerdo internacional sobre el cambio climático, repudiar un acuerdo comercial orientado a Asia y pedir recortes de fondos para las Naciones Unidas, Trump ya cedió el liderazgo en áreas clave a Xi, quien está ansioso por expandir el rol de Beijing como una potencia internacional y que ha cada vez más posicionado a su país como un competidor de Estados Unidos. Será desastroso para América y el mundo si Trump continúa en este camino de separación", señaló el diario en su editorial.

"Canal diplomático"

Xiaobo Hu, director del Centro para Estudios de China de la Universidad Clemson, en Carolina de Sur, dijo a La Tercera que "es muy importante que Donald Trump se reúna con su homólogo chino en esta etapa temprana de su administración, para abrir un canal diplomático y personal entre ambos, y para que los líderes de las dos economías más grandes comiencen a averiguar cómo colaborar en la promoción de sus respectivos intereses y manejar los riesgos que sus países y el mundo están enfrentando". A juicio del experto, "esta es sólo su primera reunión, y habrá más reuniones entre los dos. Las apuestas para la relación bilateral son igualmente altas para ambas partes, pero China ha aparecido más cooperativa", concluyó.