En un claro desafío a sus socios europeos, el líder del partido de izquierda radical Syriza, Alexis Tsipras -vencedor de las elecciones legislativas del domingo- firmó una alianza con el partido nacionalista Griegos Independientes (Anel), lo que le permitió que ayer jurara como primer ministro del país. Así, la coalición gubernamental tendrá una mayoría de 162 diputados (149 de Syriza y 13 de Anel) sobre los 300 escaños del Parlamento griego. El nuevo líder griego, que atemoriza a parte importante de Europa Occidental, anunciará la composición del nuevo gobierno entre hoy y mañana.
Según la agencia Reuters, se espera que Yanis Varoufakis, un economista abiertamente contrario a las medidas de austeridad, se convierta en ministro de Finanzas.
Para los analistas, la histórica victoria electoral de Syriza, un partido antiausteridad, y la nueva coalición, pone en cuestionamiento la política de ajuste y rigor impuesta por la Unión Europea (UE) a Grecia. Desde 2010, los acreedores -UE y Fondo Monetario Internacional- han acordado unos 240.000 millones de euros en préstamos al país a cambio de la aplicación de unos drásticos planes de austeridad y recortes sociales. En el corto plazo -mediados de año-, Tsipras enfrenta el vencimiento de 20 mil millones de euros de compromiso de deuda.
Sin embargo, el bloque se abrió al diálogo, invitando a Tsipras a Bruselas "lo antes posible", pero fijó una serie de puntos firmes: no a la cancelación de la deuda, sí al respeto de los compromisos asumidos. Ahora Bruselas espera los primeros pasos del nuevo Ejecutivo griego, que le ha prometido batalla.
Pero la alianza de Syriza con Anel ha dejado claro que el nuevo primer ministro seguirá firme en su posición frente a la deuda y la austeridad. Tsipras, que prometió medidas inmediatas como el aumento del sueldo mínimo de 580 a 751 euros, advirtió de que no se conformará con una simple restructuración de la deuda (más de 300.000 millones de euros y 175% del PIB), sino que quiere una reducción clara.
Así, las primeras reacciones ante el resultado electoral en Grecia estaban dominadas por las reservas y la aprensión. La canciller alemana Angela Merkel dijo esperar que el nuevo gobierno griego mantenga los compromisos adquiridos ante los acreedores internacionales. Mientras que la directora gerente del Fondo Monetario Internacinal, Christine Lagarde, aseguró que el FMI está "dispuesto a seguir apoyando a Grecia" y que esperaba "las conversaciones con el nuevo gobierno".
Para la troika (compuesta por la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo) será difícil ignorar el voto de los griegos. Pero, por otro lado, el profesor de derecho y economía en la Universidad de Atenas Aristidis Hatzis, dijo a la agencia alemana DPA que hacer concesiones a Tsipras sería "un mal precedente" para otros países de la eurozona en crisis.
En todo caso, la preocupación no llegó a los mercados, porque en la primera jornada tras los comicios, las principales bolsas europeas cerraron en positivo, excepto Atenas, que bajó un 3,2% tras haberse desplomado inicialmente un 5,5%.