Los dirigentes griegos antiausteridad reiteraron su compromiso de renegociar la inmensa deuda del país, pese a haber retornado con las manos vacías de una gira por Europa donde apenas hallaron aliados a su causa.
"Somos un país soberano, tenemos una democracia, tenemos un contrato con nuestro pueblo y lo vamos a respetar" dijo el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, en su primera reunión el jueves con dirigentes de su partido de izquierda radical, Syriza, desde las elecciones que ganó el 25 de enero.
Tsipras y su ministro de Finanzas Yanis Varoufakis recorrieron París, Londres, Roma, Fráncfort, Bruselas y Berlín en los pasados seis días para explicar sus planes a fin de aliviar la situación de una Grecia financieramente acorralada.
La gira empezó bien, con algunas muestras de comprensión, pero acabó mal. El ministro alemán de finanzas Wolfgang Schäuble reiteró la oposición de su país -primera economía y líder de la zona euro- a renegociar la deuda griega y expresó su escepticismo sobre los planes de Atenas para restructurar esos créditos concedidos por la Unión Europea y el FMI.
"Ni siquiera nos pusimos de acuerdo sobre el hecho de no estar de acuerdo", dijo Varoufakis, tras su reunión con su homólogo alemán. Todo ello se añadió a la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de cortar el acceso de los bancos griegos a uno de sus canales de financiación.
A falta de apoyo europeo, el gobierno griego dirigido por la izquierda radical de Syriza sí obtuvo, al menos, el de la calle en su propio país: miles de personas se manifestaron en Atenas para expresar su apoyo al ejecutivo de Tsipras.
"No tenemos nada que perder", afirmó Stavroula Drakopoulou, un profesor de 55 años, integrante de las 500 personas que se manifestaron por el mismo motivo en la segunda ciudad griega, Tesalónica.
REUNIÓN ESPECIAL SOBRE GRECIA
Los contactos internacionales de Grecia prosiguen este viernes; Varoufakis recibe a una delegación del Tesoro estadounidense encabezada por el subsecretario adjunto del Tesoro para Asuntos Europeos, Daleep Singh.
El próximo miércoles, los ministros de Finanzas de la zona euro acuden a Bruselas, para una reunión "extraordinaria" con el objetivo de intentar hallar un acuerdo sobre la situación de Grecia, anunció este viernes el presidente del Eurogrupo, Jeoren Dijsselbloem.
Esta reunión se celebrará en víspera de una cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE). Será la primera cita europea para el nuevo ejecutivo griego, y la primera vez también que Tsipras podrá reunirse con la canciller alemana Angela Merkel.
Sin embargo, una fuente diplomática indicó que no es "muy buena idea" organizar el encuentro la víspera de esa cumbre de jefes de Estado, debido precisamente a las fuertes divergencias expresadas los últimos días entre algunos de los miembros del Eurogrupo, y Grecia. "Si no se ponen de acuerdo..." la situación puede empeorar, afirmó esa fuente.
Syriza es el primer partido antiausteridad que llega al poder en Europa. Una de sus primeras medidas fue detener los planes de privatización, exigidos por la "troika" de acreedores (UE, FMI, BCE).
Atenas anunció precisamente que no cooperaría más con la odiada "troika", encargada de supervisar la aplicación de las durísimas medidas de austeridad impuestas al país a cambio de créditos por un total de 240.000 millones de euros (USD 275.000 millones).
Tsipras y Varoufakis moderaron posteriormente sus propuestas para restructurar su deuda, de un total de 315.000 millones de euros, equivalentes al 175% del PIB.
Este viernes, tras haber caído 3,3% el jueves, la bolsa de Atenas parecía recuperar una cierta estabilidad, y perdía 0,85% a media sesión después de abrir en alza de 1%.