Tres presuntos delincuentes murieron hoy viernes a manos de una turba que los acusó de la muerte de una mujer que permanecía secuestrada en una una localidad campesina, en el norte de Guatemala, informaron fuentes oficiales.

El caso se sumó a otro ocurrido hace una semana, con igual número de víctimas.

Los sucesos ocurrieron la tarde del viernes en la aldea Chicol, en el municipio de Santa Bárbar, departamento de Huehuetenanango, a unos 240 kilómetros al norte de la capital.

Como en el caso anterior, entre los linchados figuraba una mujer. También, como ocurrió hace una semana, la turba atacó e incendió la subestación local de la Policía Nacional Civil (PNC), quemó dos vehículos con insignias policíacas, además de un taxi, en el que supuestamente se transportaban los delincuentes.

Dos de los linchados fueron identificados como Isarel Carrillo López y Rubén Méndez Carrillo. El nombre de la mujer no se estableció de inmediato. Los tres fueron quemados por la turba.

Estas tres personas fueron capturadas por los pobladores el jueves, tras organizarse después de que apareció en los alrededores de la aldea el cadáver decapitado de Marcelina Rodríguez, de 42 años, quien permanecía secuestrada.

La turba los acusó de formar parte de una banda de secuestradores. Rony Fuentes, comisario de la PNC, dijo que los agentes lograron rescatar a cuatro presuntos integrantes de la banda, a quienes los pobladores también golpearon.

Guillermo Melgar, vocero del Organismo Judicial (OJ), demandó en esta capital a la PNC la captura de los incitadores del linchamiento pues sostuvo que son responsables del delito de "asesinato".

El viernes pasado, en la cabecera del departamento de Sololá, a unos 160 kilómetros al oeste de esta capital, donde la población también es mayoritariamente indígena y campesina, una turba linchó a tres presuntos delincuentes, incluyendo una mujer, tras acusarlos del asesinato de un operador de un autobús.

La turba también destruyó dos autopatrullas con insignias policíacas e incendió la subestación policial del lugar.

Los enardecidos pobladores obligaron a agentes de la PNC a entregar a los supuestos responsables del ataque al autobús, los ataron y les prendieron fuego después de golpearlos.

De acuerdo con analistas, los linchamientos en Guatemala ocurren por la desconfianza de la población en la PNC y el sistema de justicia.

La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que actúa con el aval de la ONU, y el Ministerio Público (MP) desmantelaron en los últimos meses bandas de jefes y agentes de la PNC vinculadas al crimen organizado y el narcotráfico.

Un informe divulgado en octubre por la organización humanitaria Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), dio cuenta que entre enero y septiembre hubo 110 casos de linchamiento, en los cuales 28 personas murieron a manos de las turbas.

El GAM atribuye el aumento de estas acciones a la desesperación de los guatemaltecos por la falta de respuestas de las instituciones de brindar seguridad e impartir justicia.