La fiscalía turca inició un investigación contra el diario turco Cumhuriyet y dos de sus columnistas acusados de "incitar al pueblo al odio o a la humillación", por incluir una miniatura de la portada de Charlie Hebdo que salió a circulación tras el ataque yihadista que dejó 12 muertos en su redacción.
Cumhuriyet imprimó cuatro páginas de caricaturas y artículos del semanario satírico, como muestra de solidaridad tras el ataque, evitando caricaturas de Mahoma que los musulmanes encuentran ofensivas. Ello causó una revisión policial de los ejemplares, antes de ser difundidos.
Tras un control policial, Cumhuriyet informó que la distribución de los ejemplares se mantendría tal cual. Sin embargo, a raíz de las fotos utilizadas por los columnistas, la fiscalía de Turquía realizó una investigación criminal en contra del medio.
Luego de la histórica publicación edición 1178 de Charlie Hebdo, un tribual turco de Diyarbakir, ordenó el bloqueó de los sitios web que difundieran la portada del semanario francés que llevaba la caricatura de Mahoma sosteniendo un cartel con la frase: "Je suis Charlie" (Yo soy Charlie).
El vice primer ministro de Turquía, Yalcin Akdogan, publicó en twitter que "Aquellos que desprecian los valores sagrados de los musulmanes publicando dibujos que supuestamente representan a nuestro profeta son claramente culpables de provocación".
Por su parte, Amnistía Internacional (AI), sentenció que la investigación criminal realizada al diario turco era un "golpe" a la libertad de expresión. "Esta medida tomada por la fiscalía es un efecto escalofriante sobre el periodismo", afirmó el investigador de AI, Andrew Gardner a la agencia EFE.
Garner explicó que "asaltar una imprenta o abrir una investigación criminal sobre periodistas por lo que ha publicado un periódico son unas limitaciones drásticas de la libertad de expresión y supone una censura estatal".