Las autoridades turcas recomendaron hoy a sus ciudadanos en Siria que abandonen dicho país, ante el creciente riesgo que supone permanecer allí.
"Los acontecimientos en Siria suponen un alto riesgo de seguridad a nuestros ciudadanos, por lo que les aconsejamos vivamente que regresen a casa", advirtió el ministerio turco de Asuntos Exteriores en un comunicado recogido por la agencia Anadolu.
La nota precisa que las oficinas consulares de la Embajada en Damasco suspenderán sus actividades a partir del jueves 22 de marzo a las 15.00 GMT (12 horas de Chile), pero que el consulado situado en Alepo, la segunda ciudad de Siria, seguirá prestando atención a los ciudadanos turcos.
El ministerio recuerda que viajar por carretera se ha vuelto especialmente peligroso en Siria y aconseja no desplazarse por la noche en ningún caso sino viajar únicamente de día.
Esta advertencia se produce dos días después de que un camionero turco muriera cerca de Alepo, al hallarse en un fuego cruzado entre tropas oficiales y milicianos rebeldes, y mientras aún persiste la incertidumbre sobre dos periodistas turcos que llevan casi una semana sin dar señales de vida.
Ante el deterioro de la situación en el país, donde las fuerzas del presidente Bashar al Assad siguen reprimiendo a los opositores, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró incluso que está evaluando la posibilidad de retirar al embajador turco de Damasco.
Además, Besir Atalay, viceprimer ministro turco, declaró a la emisora turca NTV que la instauración de una zona de seguridad en la región fronteriza siria está en la agenda, aunque indicó que es aún pronto para dar más detalles sobre en qué consistiría esa medida.
La emisora turca CNNTürk informó de que en las últimas 24 horas más de mil refugiados sirios han llegado a Turquía, donde el número de exiliados ya alcanza los 17.000.
Aparte de los siete campamentos existentes en la provincia de Hatay, se han acondicionado dos pabellones de deporte en la provincia de Gaziantep, mientras se preparan zonas de viviendas prefabricadas en Kilis y Sanliurfa, en esta última con una capacidad para 20.000 personas.