El fenómeno de las teleseries turcas llegó a nuestra televisión en 2014 cuando Mega decidió programar en horario prime Las mil y una noches, una clásica historia de amor que a las pocas semanas al aire, se convirtió en un hit. El éxito que obtuvo fue tal, que la señal del Grupo Bethia comenzó rápidamente a ampliar su oferta de ficciones hechas en Turquía. A la fecha, son diez y todas han gozado de buena sintonía.
Pero la tendencia llegó más allá de Vicuña Mackenna, porque Canal 13 y Chilevisión también apostaron por sumarse a la fiebre turca, aunque los resultados no fueron tan positivos.
Mientras esto sucedía, TVN se mantenía al margen, sin dejarse seducir por las ficciones de Estambul. Carmen Gloria López, la directora ejecutiva del canal estatal entre julio de 2014 y febrero de este año, explicaba esta decisión, en entrevista con La Tercera, en octubre pasado, de la siguiente forma: "Yo creo que esta cosa chilena de que uno planta un kiwi, entonces todos plantan kiwi, y al último que planta le va pésimo y hace quebrar a los demás. Nos tenemos que arriesgar un poquito y optar por la producción nacional. Me parecería impresentable que TVN se apoyara solo en tres teleseries nocturnas extranjeras como Mega, aunque eso nos diera buenos resultados, porque no justifica nuestra existencia".
Sin embargo, los meses pasaron - al igual que la jefatura del canal, hoy bajo el mando de Alicia Hidalgo-, y este mes la señal estrenará su primera teleserie turca: Elif.
"No hay nada vetado por parte de la nueva administración. Nosotros evaluamos el producto sea de donde sea. Puede ser turca, croata, rusa, y no tenemos ningún prejuicio mientras sea un buen producto para poner en nuestra pantalla", explica Isabel Rodríguez, productora ejecutiva de programación extranjera de TVN.
Elif cuenta la historia de una niña de seis años, que, ajena a las intrigas que la rodean por su origen, solo sueña con ser feliz junto a su madre, de quien se ve obligada a separarse. Será estrenada este mes en el segmento diurno, el que va entre las 15.30 y 18.30 horas.
Según Rodríguez, este drama es el más idóneo para comenzar una relación con las teleseries turcas, puesto que "tiene una trama muy intrincada y dramática, que va enganchando de a poco, pero que se mezcla también con la dulzura, espontaneidad y ternura de esta niña protagonista que enfrenta diversos escenarios". Otra de las virtudes que posee, según la productora ejecutiva, es que "Elif, a diferencia de El sultán o Las mil y una noches, allá en Turquía fue emitida como teleserie, toda la semana, y no como serie, con un capítulo eterno por semana. Entonces, tiene los códigos propios de una telenovela".
Actualmente, en el bloque diurno, la señal pública exhibe ficciones colombianas, como La tormenta y El zorro, además del programa Por ti. Pero Rodríguez está confiada en que el público que mira televisión a esa hora "ya adquirió la costumbre de ver teleseries turcas, entonces nosotros sentimos que estamos haciendo bien con renovar nuestra oferta. Además, queremos hacerle un regalito a la dueña de casa, porque a esa hora generalmente se emiten repeticiones de teleseries, nosotros también lo hemos hecho, y por eso merece una apuesta nueva como esta".
Rodríguez no confirma ni descarta que pronto TVN anuncie nuevas teleseries, pero sí asegura que "estamos abiertos a probar, probar otros horarios y otras historias, y estamos comprando más productos".
El momento justo
Ante la interrogante de por qué sumarse ahora al fenómeno turco y no antes, Rodríguez comenta que "en algún momento la audiencia de TVN esperaba otras cosas por parte nuestra, como producciones nacionales, quizás. Ahora, en cambio, sí está preparado nuestro público a valorar producciones de este tipo, y así lo vemos con Moisés, por ejemplo".
El que a esta altura esté instaurada la creencia que dice que "las turcas son de Mega", es algo que Rodríguez no desconoce, pero enfatiza: "La industria televisiva es dinámica y rápida. Marginarnos de las buenas historias no era razonable solo porque un canal impuso la moda. Además, creemos que las turcas no son una moda pasajera, llegaron a Chile para quedarse".