En fallo unánime, la Corte Suprema puso fin a casi 3 años de batalla legal entre la Universidad Central de Chile (UCEN) y el grupo de inversiones Norte Sur, el cual había demandado a la entidad educacional por mil millones de pesos tras la frustrada venta del plantel universitario en 2011.

Norte Sur había interpuesto una presentación contra la UCEN por supuesto incumplimiento del acuerdo marco de asociación suscrito con la entidad en 2010.

"Resulta una conquista para la Universidad Central y para la educación chilena haber frustrado el intento de venta, la implementación de un Fondo de Inversión Privado, la creación de sociedades en vez de directores, académicos convertidos en accionistas, en definitiva, el traspaso del 50% del control de la casa de estudios a un polo educacional de inversiones", manifestó el presidente de la Junta Directiva de la UCEN, Ricardo Napadensky.

A su juicio la alianza estratégica con un grupo económico externo en la práctica modificaría el modelo de propiedad y de administración que ha caracterizado a la universidad desde su fundación; "por ley una corporación sin fines de lucro no puede venderse ni generar utilidades para los miembros que la componen, y todas estas irregularidades fueron denunciadas por académicos, estudiantes y funcionarios, hasta lograr detener la venta ilegal en septiembre de 2011", indicó.