El anuncio de cierre de la U. Iberoamericana que hizo el martes reciente la ministra de Educación, Adriana Delpiano, tuvo un efecto inmediato entre los alumnos del plantel. Hoy por la tarde, la federación interina pidió una reunión extraordinaria con el rector, Héctor Jara, para manifestar su molestia por lo que calificaron como "una decisión atarantada de parte de la ministra", según afirmó la presidenta, Paz Gajardo.
Pero la molestia no sólo se tradujo en declaraciones. Mientras los dirigentes y el rector conversaban en las oficinas, ubicadas en el centro de Santiago, en la vicerrectoría académica de la institución se podía ver al menos a una decena de estudiantes pidiendo información respecto de la continuidad de sus estudios y solicitando sus antecedentes para retirarse del plantel.
Nataly Chávez, estudiante de Ingeniería en Alimentos, comentó que "he pensado en irme por miedo a que el próximo año definitivamente no siga la universidad".
Gajardo indicó que "pedimos esta reunión con el rector, porque nos enteramos por la prensa de los dichos de la ministra acerca del cierre de la universidad; fue una decisión atarantada de parte de la autoridad, ya que no habiendo informe aún, creo que se adelantó a los hechos. El rector está tranquilo y nosotros también".
El rector Jara expresó que "hablamos sobre los comentarios de la ministra, pero ellos están al tanto del proceso. Fue muy cordial".
Si bien Delpiano anunció que desde la División de Educación Superior están en busca de un administrador de cierre, la institución tiene plazo hasta el 31 de octubre para presentar sus descargos. "Los alumnos requieren una respuesta (...). Para el ministerio no es algo positivo el cerrar ningún establecimiento, es una anomalía del sistema", sostuvo en ese momento Delpiano.
Los alumnos realizarán este viernes dos asambleas para evaluar los pasos a seguir.