Ucrania rechazó este sábado la última subida del precio del gas ruso y amenazó con llevar a su poderoso vecino ante un tribunal de arbitraje en Suecia, lo que podría amenazar el suministro a Europa Occidental.
Los europeos, empezando por la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, lanzaron nuevas advertencias a Moscú, amenazada con una segunda tanda de sanciones en caso de escalada.
Ucrania "no acepta" el nuevo precio del gas que le impone Rusia, a casi 500 dólares los 1.000 metros cúbicos, afirmó este sábado el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk.
"La presión política es inaceptable. Y no aceptamos el precio de 500 dólares", aseguró el jefe de gobierno en consejo de ministros, después de que Moscú anunciara un aumento del 81% en el precio del suministro de gas a Ucrania.
"Rusia fracasó en apoderarse de Ucrania mediante la agresión armada. Ahora lanza el plan para apoderarse de Ucrania mediante la agresión gasística y económica", añadió el primer ministro, que pidió a su gobierno que se prepare ante la eventualidad de que "Rusia restrinja o detenga los suministros de gas" a Ucrania.
El ministro ucraniano de Energía, Yuri Prodan, afirmó que a falta de acuerdo sobre el precio del gas, Kiev recurrirá a una corte de arbitraje como estipula el contrato.
"Vamos a intentar encontrar un acuerdo. Si no lo conseguimos, recurriremos a la corte de arbitraje", dijo.
Moscú anuló esta semana dos descuentos que hacía a Ucrania en el suministro de gas. En 72 horas el precio pasó de 268 a 485 dólares los 1.000 metros cúbicos, uno de los más altos en Europa.
Un portavoz de Gazprom, citado por la agencia rusa Interfax, subrayó que los descuentos anulados se habían acordado en 2010 y 2013, después de la firma del contrato inicial en 2009.
Los dos vecinos atraviesan una crisis en sus relaciones tras la destitución del presidente ucraniano prorruso Viktor Yanukovich a finales de febrero.
Rusia se apoderó en marzo de la península ucraniana de Crimea, después de un referéndum que Kiev y los occidentales no reconocen, hablando de "anexión", y acantonó decenas de miles de soldados en las fronteras de Ucrania, en la peor crisis entre Este y Oeste desde el fin de la Guerra Fría.
Yatseniuk agitó el espectro de una nueva "guerra del gas" que podría poner en peligro los abastecimientos europeos, mientras en Atenas los ministros de Relaciones Exteriores de la UE terminaban una reunión informal consagrada en gran parte a la crisis ucraniana.
SANCIONES ECONÓMICAS
La Unión Europea (UE) manifestó nuevamente este sábado su determinación de "persuadir" a Moscú para rebajar la tensión en Ucrania y reanudar el diálogo con ese "actor importante".
"Si se vuelve a vulnerar la integridad territorial de Ucrania, tendremos que recurrir a sanciones económicas", advirtió la canciller alemana, Angela Merkel, al tiempo que abogó por continuar con el diálogo.
"Seguiremos tratando de persuadir a Rusia sobre la importancia de bajar la tensión para reanudar el diálogo en el futuro", dijo por su parte la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, en una conferencia de prensa al término de una reunión ministerial en Atenas.
El mensaje de los ministros de Relaciones Exteriores fue el mismo que vienen repitiendo los 28 países miembros desde que Rusia anexionó Crimea.
El viernes el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, había denunciado el uso de la energía como "arma política".
Pero el presidente de Gazprom, Alexei Miller, acentuó la presión el sábado, al exigir a Ucrania reembolsar 11.400 millones de dólares, correspondientes a cuatro años de descuentos acumulados.
Yatseniuk aludió también a la posibilidad de negociar el martes en Bruselas con los socios europeos de Eslovaquia, Polonia y Hungría para que transfieran a Ucrania parte del gas que reciben a precios inferiores.
Pero el jefe de Gazprom advirtió que vigilará de muy cerca la legalidad de tal decisión.
Moscú ha cortado ya el gas en dos ocasiones a Ucrania, en 2005/6 y en 2009/10, a causa de conflictos entre las dos ex repúblicas soviéticas, suspendiendo al mismo tiempo el flujo de exportación hacia Europa, aún muy dependiente de Rusia en esa materia.
Gazprom, acusado con frecuencia de ser un brazo armado del Kremlin, suministra aproximadamente un tercio de los aprovisionamientos de la Unión Europea, que una vez más, con motivo de la actual crisis, ha hablado de su intención de reducir esa dependencia. Cerca del 40% de ese gas transita a través de Ucrania.
Los servicios de seguridad ucranianos por su parte afirmaron haber detenido a un grupo de 15 "saboteadores" en un región fronteriza de Rusia.