El gobierno de Kiev reconoció hoy problemas en la ofensiva lanzada esta mañana contra los separatistas prorrusos de la ciudad de Slaviansk, en el este del país.
La operación "no transcurre tan rápida como desearíamos", reconoció en un comunicado el presidente interino, Alexander Turchinov.
Según el mandatario, esta lentitud se debería al atrincheramiento de los "terroristas" en zonas residenciales y a su uso de los civiles como escudos humanos.
Aún así, las Fuerzas Armadas se habrían hecho con todos los puestos que rodean la ciudad y habrían infringido "duras pérdidas" al enemigo, afirmó Turchinov, que reportó dos soldados muertos y siete heridos en las filas del Ejército ucraniano.
"Nuestras fuerzas de seguridad luchan contra soldados de otros países, terroristas y criminales que toman rehenes, matan y torturas, que amenazan la unidad territorial y la estabilidad con las armas", denunció Turchinov. "Nuestro principal objetivo es proteger a la gente y evitar víctimas entre la población", aseguró.
El presidente interino aseguró que el ataque "contra los terroristas" proseguirá y llamó a rendirse a las fuerzas leales a Moscú. "Quien entregue las armas y no esté involucrado en crímenes graves no tiene nada que temer", prometió Turchinov. "El asesinato y la tortura serán castigados", agregó. El mandatario ucraniano llamó a Rusia a "frenar sus amenazas e intimidaciones" y cesar en sus provocaciones.
Los activistas prorrusos de Slaviansk aseguran que las tropas del gobierno sólo lograron tomar unas pocas calles en las inmediaciones de la ciudad.
"Las unidades controladas por Kiev no consiguieron conquistar la ciudad", dijo un portavoz de las denominadas fuerzas de autodefensa a la agencia Interfax. Las milicias populares siguen controlando la ciudad de 125.000 habitantes, aseguró. Poco antes el autoproclamado alcalde de la ciudad, Viacheslav Ponomariov, reconoció la pérdida de la estación y de las instalaciones de la televisión local.
Ponomariov afirmó además que la operación de las fuerzas ucranianas han dejado un saldo de cinco muertos, entre ellos tres milicianos prorrusos y dos civiles, según la agencia EFE.
Rusia, por su parte, asegura que las autoridades de Kiev prohibieron hoy los vuelos de aerolíneas rusas a las ciudades de Járkov y Donetsk, también en el este del país. Las autoridades aéreas rusas hablaron de "una violación sin precedentes del derecho internacional" y advirtió que se corre el riesgo de que se produzca un "bloque humanitario" en el este de Ucrania.
En las regiones de Járkov y Donetsk las milicias prorrusas ocuparon edificios gubernamentales. Kiev teme que los separatistas reciban apoyo de Rusia y ya endureció dificultó la entrada de hombres rusos en la zona.