La tensión volvió a subir ayer en Ucrania, luego que el Presidente Petro Poroshenko denunciara que tropas regulares rusas, con armamento pesado, entraron en territorio ucraniano para reforzar las filas de los rebeldes prorrusos, en una fuerte escalada de este conflicto separatista que ya lleva cinco meses.

Poroshenko sostuvo en una reunión de seguridad que la situación "es extraordinariamente difícil, pero controlable", después de que rebeldes respaldados por Moscú ocuparan la ciudad de Novoazovsk (en la costa del mar de Azov). Esas tropas rusas entraron "a través de una zona de la frontera no controlada" por Kiev, agregó el mandatario.

Según explica la agencia Efe, la ciudad de Novoazovsk se encuentra a unos 40 kilómetros del puerto de Mariupol, principal ciudad de la provincia de Donetsk bajo control de Kiev, sede de la administración regional y de un importante polígono industrial. Precisamente, por esta importancia es que Poroshenko canceló un viaje a Turquía y pidió una sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU y del Consejo de la Unión Europea, que celebrará mañana una cumbre marcada por el conflicto ucraniano. "Seré franco: la situación es, sin lugar a dudas, extremadamente complicada. Pero es controlable, suficientemente controlable como para que caigamos presa del pánico", señaló.

Esta incursión fue negada rotundamente por Moscú, pero fue respaldada por imágenes de satélite entregadas por la OTAN. Hasta ahora, Rusia sólo ha reconocido la presencia en territorio ucraniano de los 10 paracaidistas apresados hace unos días por Kiev después de cruzar la frontera "por error", según afirmó Putin.

Según el diario The Guardian, la respuesta rusa parece "poco sólida", porque hace dos semanas reportó de una columna armada rusa cruzando la frontera.

El despliegue militar ruso se produce dos días después del primer cara a cara entre Poroshenko y el Presidente ruso, Vladimir Putin, que despertó ciertas esperanzas sobre el inicio de un proceso de paz en el este de Ucrania.

La comunidad internacional reaccionó inmediatamente y convocó a una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, mientras la canciller alemana, Angela Merkel, sugirió la posibilidad de nuevas sanciones contra Rusia por parte de la Unión Europea. El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que se reunirá el próximo mes con Poroshenko para analizar la situación, dijo que era "evidente a los ojos del mundo entero que fuerzas rusas se encuentran en Ucrania". "La incursión rusa en Ucrania sólo puede producir más sanciones contra Rusia", agregó.

Según medios locales, se trataría de una treintena de tanques y de unos 500 soldados, que habrían entrado en territorio ucraniano a bordo de unos camiones blancos parecidos a los que integraban el convoy humanitario ruso que cruzó la frontera la pasada semana. "En la última semana, las unidades de milicianos locales y cosacos, incapaces de resistir a las fuerzas de Kiev, han sido reemplazadas por tropas regulares del Ejército ruso", denunció el mando militar ucraniano.

Pese a las presiones de los diputados, Kiev no sopesa la introducción de la ley marcial, ya que eso le impediría importar equipos militares. Ucrania también espera la ayuda de Estados Unidos, en particular a través de la concesión del estatus de aliado especial al margen de la OTAN.

El líder de la autoproclamada república popular de Donetsk, Alexandr Zajárchenko, reconoció hoy que unos 4.000 voluntarios rusos combaten en las filas rebeldes, cifras que la OTAN sitúa ahora en 1.000. El embajador ruso ante la Unión Europea (UE), Vladimir Chizhov, negó que haya soldados en Ucrania, pero reconoció que algunos de los militares de "vacaciones" han ido a Ucrania.

El jefe del centro de manejo de crisis de la alianza, brigadier general Nico Tak, dijo a la cadena BBC que el suministro de armas por parte de Rusia ha "aumentado en volumen y en calidad". "(La OTAN ha) detectado una gran cantidad de armamento avanzado, incluidos sistemas de defensa antiaérea, artillería, tanques y transporte blindado, que está siendo transferido a las fuerzas separatistas en el este de Ucrania", aseguró.