Hasta días antes que apareciera a la luz pública el caso Caval y que integrantes de la Nueva Mayoría se vieran vinculados en la arista SQM del caso Penta, en la UDI veían con preocupación la llegada de marzo, por temor a que con el inicio de las formalizaciones por parte de la fiscalía marcara un peak de desprestigio ante la opinión pública.
Sin embargo, opinan en el gremialismo, el surgimiento de nuevos casos habría afectado a toda la clase política. En la UDI saben que deben aprovechar este momento.
La mesa directiva que encabeza el diputado Ernesto Silva ha comenzado a elaborar una nueva estrategia comunicacional para enfrentar el clima ciudadano de desconfianza generalizada que afecta al sistema político y, de paso, salir de su propia crisis.
Esta estrategia, explicaron integrantes de la mesa directiva gremialista, apunta precisamente a reforzar el mensaje de que: "aquí todos los partidos obtuvieron recursos irregulares, en plazos fuera de la ley, y a través de una práctica tributaria que no sólo en la política se hace". Y que frente a ello, debe surgir una propuesta clara por mayor transparencia.
En ese sentido, Silva acusa recibo y explica: "Hay una crisis institucional de confianza y eso requiere una respuesta del sistema político".
La respuesta que señala el timonel UDI, tiene relación con el reciente emplazamiento hecho desde La Moneda para establecer un nuevo marco legal que regule la relación entre negocios y política. La idea gremialista es tener una propuesta ojalá antes de las formalizaciones de esta semana, donde hay dos militantes UDI involucrados: Carlos Alberto Délano y Carlos Bombal. Incluso, ejemplifican, ya no hay espacio para "pedir perdón" -que según explican sirvió para sobrellevar el periodo en que la UDI estuvo acorralada-, sino para hacer un resumen de cuántos ilícitos había admitido hasta ahora un sistema creado para ser vulnerado.