En el programa de trabajo que el presidente de la UDI, Ernesto Silva, socializó con militantes cuando postulaba a encabezar el partido, existía un ápice especial dedicado al 11 de septiembre de 1973.
Uno de los argumentos con los cuales Silva fue convenciendo internamente al partido sobre la necesidad de una renovación en la mesa, fue que un nuevo aniversario del Golpe Militar sería enfrentado esta vez por una directiva desprejuiciada y poseedora de una mirada libre del pasado.
En ese sentido, y a menos de 50 días de cumplirse 41 años del derrocamiento de Salvador Allende, la nueva administración comenzó la elaboración de un documento que busca reflexionar acerca de los hechos ocurridos en el régimen de Augusto Pinochet.
Para esto, el lunes pasado, Silva tomó contacto con el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, para solicitarle la redacción de un primer borrador, cuyo contenido planteara los puntos que, a juicio del edil, debiera tener ese documento.
"El presidente del partido me pidió preparar un borrador", dice el edil. "En ese sentido, yo le plantee que la gran autocrítica que tenemos que hacer es que el valor de la compasión, que es un valor cristiano fundamental, estuvo olvidado en esos años. Aun cuando ninguno de nosotros tuvimos ningún rol en esa época, tenemos que revisar cuán compasivo fuimos frente al sufrimiento de miles de chilenos", agrega.
Según explican en la directiva, la iniciativa busca generar un amplio debate interno que, con retrospectiva revisionista sobre el régimen militar, permita llegar a una nueva interpretación de los hechos.
"Creemos que hay que mirar al futuro libremente y sin complejos", dice Silva. "Quienes estamos asumiendo liderazgos y no vivimos ni fuimos protagonistas de este período, tenemos la responsabilidad política de plantear una mirada libre, desprejuiciada y sin complejos que fortalezca nuestra propuesta de futuro".
Para eso -describen en el partido- el trabajo se desarrollará mediante un diálogo institucional y abierto canalizado por una comisión de trabajo que ya fue convocada.
Además de Silva y Carter, la instancia está compuesta por la ex ministra e integrante de la directiva, Loreto Seguel, además de los diputados María José Hoffmann, Javier Macaya y Felipe Ward.
En ese sentido, Ward -jefe de bancada-, explica que la idea es reflejar una postura más actual. "Estamos trabajando en un texto que pretendemos refleje una visión moderna de la UDI en materia de derechos humanos", dice.
En paralelo, Ward y Hoffmann se encuentran organizando la realización de seminarios reflexivos con jóvenes gremialistas, los que se llevarán a cabo en la Fundación Jaime Guzmán. Según el programa, una idea es que para esos encuentros además se extiendan invitaciones a otras entidades como la Fundación Allende.
Quienes conocen los alcances del proyecto, apuntan a que la ofensiva marque un nuevo capítulo en la historia del partido, y que así como el documento de 2003 "La paz ahora", el nuevo texto se convierta en una versión de los hechos impulsada por la generación sub 40 de la UDI.
CÓMPLICES PASIVOS
El año pasado, en la antesala de la conmemoración número 40 del Golpe de 1973, el senador UDI Hernán Larraín sorprendió a varios cuando en la presentación de su libro Las voces de la reconciliación, pidió perdón por haber omitido el atropello a los derechos humanos.
"Yo pido perdón por lo que haya hecho o por omitir lo que debía hacer", fueron las palabras del parlamentario en agosto del año pasado.
Luego, fue el turno del entonces Presidente Sebastián Piñera de generar un fuerte remezón en su sector. El, por esos días, mandatario catalogó de "cómplices pasivos" a quienes justamente omitieron información desde sus distintos cargos en el régimen de Pinochet.
"Hubo muchos que fueron cómplices pasivos: que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber", dijo Piñera.
A pocos meses de la campaña electoral de noviembre, con Evelyn Matthei -hija del general (R) Fernando Matthei, miembro de la junta de gobierno-, como candidata de la Alianza, las palabras del ex mandatario vinieron a complicar aún más las escasas opciones de triunfo ante Michelle Bachelet.
En parte por eso, para la nueva directiva anticipar un debate sobre cómo el gremialismo debiera enfrentar el tema evitaría que el sector sea sorprendido nuevamente ante un complejo escenario comunicacional.