La Unión Europea propuso hoy un plan para ayudar a los países pobres a combatir el cambio climático ahora que algunas naciones han mostrado expectativas un tanto sombrías ante un nuevo acuerdo climático de la ONU en Copenhague en diciembre.
Muchos expertos dicen que la reunión entre un conjunto de líderes en la sede de Naciones Unidas el 22 de septiembre es una oportunidad para acabar con la brecha entre ricos y pobres, y lograr que se ayuden y compartan la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.
Estados Unidos dijo que las conversaciones sobre el nuevo tratado de Naciones Unidas eran "difíciles" y Reino Unido dijo que el acuerdo "depende del equilibrio".
"Ahora debemos romper con este punto muerto en las negociaciones de Copenhague", dijo a los periodistas el comisario de Medio Ambiente de la UE, Stavros Dimas, después de que el bloque propusiera una oferta entre 2 mil y 15 mil millones de euros al año en el 2020 para ayudar a los pobres.
"La UE intenta librarse con una propina en lugar de pagar la parte que le toca para proteger el clima del planeta", dijo el activista de Greenpeace Joris den Blanken.
Y varios países expresaron su preocupación por las conversaciones que se supone van a ayudar a evitar las olas de calor, los incendios, las tormentas de arena y el aumento del nivel del mar.
En Washington, el enviado especial para el cambio climático del Presidente Barack Obama, Todd Stern, dijo que el senado estadounidense debe aprobar un proyecto de ley sobre clima en caso de que las conversaciones tuvieran éxito.
"Hay poco tiempo y las negociaciones (de la ONU) han fracasado demasiado a menudo como resultado de (...) la división entre (países) desarrollados y en desarrollo".
"Digamos básicamente que el tenor de las negociaciones en el conducto formal de la ONU ha sido difícil", afirmó.
Los países ricos quieren que las naciones en desarrollo lideradas por China e India empiecen a reducir el crecimiento de sus emisiones para el 2020. Los pobres dicen que los ricos deben liderar el camino, a pesar de la recesión.
En Copenhague, los ministros de Exteriores de Reino Unido, Francia, Dinamarca, Suecia y Finlandia acordaron intensificar la "diplomacia verde" para intentar salvar el acuerdo en diciembre.