La Unión Europea (UE) instó hoy de nuevo al fin de la violencia en Ucrania oriental y se sumó a la OSCE en la petición de una tregua de tres días para la castigada ciudad de Debáltsevo, en la provincia de Donetsk.
"Me sumo al llamamiento de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para que se establezca de inmediato una tregua mínima de tres días en el área de Debáltsevo", dijo hoy la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, en un comunicado.
La ciudad de Debáltsevo es el actual epicentro de los combates más cruentos en la región oriental ucraniana de Donetsk, y en donde un hospital y sus edificios adyacentes fueron bombardeados, lo que causó entre cuatro y quince muertos, según diversas fuentes locales.
Miles de personas han abandonado ya por carretera esa ciudad, en donde no hay luz, agua o calefacción y en donde varios civiles y activistas murieron o fueron heridos en ataques con proyectiles al paso de los convoyes, informaron las autoridades locales.
"La espiral de aumento de la violencia en Ucrania oriental tiene que parar", subrayó Mogherini, que insistió en que los enfrentamientos "provocados por la continua ofensiva separatista, en especial en Debáltsevo, están causando un gran sufrimiento humano y erosionan todos los esfuerzos encaminados a lograr una solución política".
La jefa de la diplomacia europea recordó a las partes que "disparar contra civiles, donde quiera que sea, es una grave violación de la ley humanitaria internacional", a la vez que pidió la "retirada inmediata de la artillería de las zonas residenciales".
Recordó que los residentes de la región ucraniana de Donbas ya han empezado a abandonar la zona y que la crisis humana que sufre se está agravando de forma acelerada en el periodo más frío del año.
"Los civiles tienes que salir de la zona de conflicto de manera segura", subrayó Mogherini, que señaló que por ello se sumaba a la petición de la OSCE para que "todas las partes establezcan una tregua temporal inmediata de tres días en el área de Debáltsevo".
El presidente de turno de la OSCE y ministro serbio de Exteriores, Ivica Dacic, pidió anoche esa tregua temporal ante el grave deterioro de la situación humana e instó además a las partes a reanudar las negociaciones para buscar una salida pacífica a la violenta crisis entre Kiev y los separatistas prorrusos.
Dacic subrayó que la tregua tendría que aprovecharse también "para la reanudación de las consultas" y para asegurar un alto el fuego sostenible, así como la plena aplicación de los acuerdos de Minsk que, firmados en septiembre de 2014, suponen una base para una solución pacífica de la crisis.
Más de 5.300 personas han muerto en el conflicto en Ucrania oriental desde que estalló en abril de 2014, después de que Rusia se anexionara la península ucraniana de Crimea y comenzaran los enfrentamientos en el este del país entre las fuerzas de seguridad y los separatistas prorrusos.
Desde entonces, la UE y otros países occidentales han impuesto a personas e instituciones de Rusia y Ucrania sanciones económicas y políticas por estar involucradas en la desestabilización ucraniana.